DEL CIELO A LA TIERRA COMUNICADO IMPORTANTE: SE RUEGA LA MAXIMA DIVULGACION A TODOS LOS MEDIOS DE COMUNICACION Y A TODAS LAS AUTORIDADES COMPETENTES. A LOS HERMANOS DE TODAS LAS ARCAS DEL MUNDO. PELIGROSOS VIRAJES Y RESBALONES CATASTROFICOS EN LA POLITICA MUNDIAL SOY SETUN SHENAR ESCUCHADME: LA CRISIS ECONOMICO-FINANCIERA DESENCADENADA POR LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA Y POR EL EGOISMO DE LOS ESTADOS ECONOMICAMENTE AVANZADOS, HARA RESBALAR INEXORABLEMENTE A VUESTRO MUNDO HACIA UNA GUERRA MUNDIAL CON PROBABLES BOMBARDEOS NUCLEARES. NOSOTROS, “ALIENIGENAS”, HEMOS GRABADO DISCURSOS NEFASTOS Y DELIRANTES DURANTE LAS ULTIMAS REUNIONES SECRETAS ENTRE PERSONAJES LIGADOS A LAS SUPER POTENCIAS ECONOMICAS (MULTINACIONALES, ORGANIZACIONES CRIMINALES, ETC. ETC.) Y GENERALES COMANDANTES DE LAS FUERZAS ESTRATEGICAS MILITARES PERTENECIENTES A SUPER POTENCIAS OCCIDENTALES Y A SUPER POTENCIAS ORIENTALES ANTAGONICAS. ES PROBABLE, PERO NO SEGURO, QUE DURANTE EL AÑO 2011 DE VUESTRO TIEMPO ESTALLE LA CHISPA DIABOLICA CON EL ATAQUE DE ISRAEL AL ESTADO ISLAMICO DE IRAN. ESTA SERIA LA SEÑAL DEL COMIENZO DEL ARMAGHEDON PROFETIZADO POR EL APOSTOL JUAN EN EL LIBRO DEL APOCALIPSIS. NOSOTROS EXTRATERRESTRES INTENTAREMOS CONTRARRESTAR ESTOS PROYECTOS DE GUERRA CON LA MANIFESTACION FISICA DE NUESTRAS ASTRONAVES EN LOS CIELOS DE TODO EL MUNDO Y EN PARTICULAR DEL CONTINENTE EUROPEO, UNICO BLOQUE POLITICO EN GRADO DE EVITAR UN GENOCIDIO ENORME Y AUTODESTRUCTIVO DE LA HUMANIDAD, ESTO LO DESARROLLAMOS TAMBIEN Y SOBRETODO PARA DESPERTAR LAS ALMAS E INTENTAR PROYECTARLAS EN EL CAMINO QUE CONDUCE AL ENCUENTRO CON EL CALIZ VIVIENTE DE LA COMUNION CRISTICA. MAS, POR EL MOMENTO, NO PODEMOS HACER. SABEMOS MUY BIEN QUE ESTAS PREVISIONES SUSCITAN EN VUESTROS CORAZONES TRISTEZA, AMARGURA, DESILUSION Y MIEDO. POR DICHA RAZON DESEAMOS RECORDAR A TODOS AQUELLOS QUE LEERAN ESTE MENSAJE, QUE LOS SERES COSMICOS DE LOS CUALES NOSOTROS DEPENDEMOS Y QUE RESPETAMOS DEVOTAMENTE, NOS HAN PEDIDO QUE ANUNCIEMOS UNA VEZ MAS, QUE EL MAESTRO JESUS-CRISTO, EL MESIAS, HIJO DEL DIOS VIVIENTE, SE MANIFESTARA PROXIMAMENTE A TODO VUESTRO MUNDO, QUE LA SALVACION DE LOS JUSTOS Y DE LOS PUROS ES CIERTA, QUE UN NUEVO REINO DE PAZ SERA ESTABLECIDO EN LA TIERRA, Y EN FIN, QUE LAS FUERZAS DEL MAL SERAN DEFINITIVAMENTE ANIQUILADAS. EL PLANETA TIERRA SERA FELIZ Y PURIFICADO DE LA PULA (INVASION) DEL MAL. ESTO OS DECIMOS PARA LA ALEGRIA Y LA CONSOLACION DE LOS JUSTOS. CONFIAMOS LA DIVULGACION DE ESTE MENSAJE A NUESTRO HERMANO ESTIGMATIZADO. ¡PAZ EN LA TIERRA! SETUN SHENAR Y LOS HERMANOS DE LA LUZ SALUDAN. Sant’Elpidio a Mare (Italia) 16 de noviembre 2010. 11:19 horas Giorgio Bongiovanni Estigmatizado EL MUNDO EN VILO Por Francesco Guerrera Volar desde América hasta Europa en estos días es como estar suspendidos sobre el eje del miedo. Cuando viajé a New York el sábado por la noche, las primeras páginas gritaban los «fracasos» de Obama en el G20 en Seul. En cambio los analistas rumiaban sobre la decadencia de la supremacía del poder de los Estados Unidos. El continente al cual llegué unas pocas horas más tarde era presa de otras convulsiones totalmente diferentes: la crisis económica irlandesa y el riesgo de contagio de otros países de constitución no precisamente sana, como España, Portugal e Italia. El mundo ya no es plano, como dijo Thomas Friedman en su bestseller de hace cinco años. El mundo del final del año 2010 está en vilo, empujado al borde de abismo por un malestar económico que une al viejo y nuevo continente. Los miedos de América y de Europa son similares – dos bloques comerciales que han vivido por encima de sus propios medios durante años (los americanos derrochadores y los europeos acostumbrados a subsidios estatales) y que ahora deben ajustarse el cinturón. Pero América tiene además otro problema: ya no es capaz de dictar leyes en materia económica y financiera a sus interlocutores ya sea del Este y del Oeste. La cumbre coreana ha sido una demostración de impotencia para Obama y el secretario del Tesoro Tim Geithner, que parece cada vez más destinado a alcanzar a millones de americanos en las listas de desocupados. Cuanto más la Casa Blanca ha tratado de empujar a China y Europa hacia políticas que habrían ayudado a la recuperación americana, mas ha oído un no por parte de los gobiernos que no quieren ser vasallos económicos de los Estados Unidos. Cuándo el tándem Obama-Geithner ha pedido por enésima vez a China que revalúe el yen, la respuesta de Pekin ha sido una acusación a Washington de hipocresía. ¿Con qué coraje puede el gobierno estadounidense pedirle a los chinos que dejen de intervenir para frenar la valorización de la divisa, cuando la Reserva Federal está gastando 600 mil millones de dólares en medidas que debilitarán al dólar? Un fiel aliado como Alemania ha rechazado la propuesta de Geithner de un límite sobre los activos de la balanza comercial iguales al 4 % del PBI de cada nación. Incluso Corea – que depende de miles de soldados americanos para protegerse de la dictadura brutal del Norte – planteó un desacuerdo sobre las importaciones de novillos, como pretexto para negarle a Obama la pequeña victoria sobre el libre intercambio comercial con los Estados Unidos. Obama en Seúl ha sido derrotado hasta en las chuletas. En otros tiempos propuestas estadounidenses para pactos comerciales y para un armisticio en la guerra entre exportadores de bienes y capitales como Alemania y China e importadores como América y gran parte de Europa, habrían sido aprobadas por los sherpa mucho antes de la cumbre. Pero estos son otros tiempos. Estos son tiempos en los cuales la economía mundial no se ha recuperado todavía de un terremoto financiero cuyo epicentro no ha sido en los países en vías de desarrollo, ni mucho menos en la destrozada, vividora Europa, sino en los condominios con piscina de Florida o de Nevada. En el mundo de la post crisis, cuando el Presidente americano pone la voz gruesa, los interlocutores ya no bajan la mirada, es más, le responden que la austeridad económica tiene que partir desde Washington. Más allá de lo que digan los republicanos – que hablan de los errores tácticos de un Presidente desorientado y de un ministro de las Finanzas inexperto – el problema de Obama y Geithner es de naturaleza histórica. La implosión del sistema económico americano, evidenciada ya sea por la crisis subprime como por el enorme déficit público, ha neutralizado el poder de persuasión de los gobernantes americanos en la escena internacional. Para los superpoderes del gigante americano la anemia de la economía doméstica y el lastimoso estado de las finanzas estatales americanas son como la kriptonita. Cuando China, Alemania y Corea – así como también Francia y los países emergentes de Asia – rechazan las propuestas americanas no lo hacen (sólo) por desquitarse. Pekín y Berlín tienen un buen juego en descartar los planes made in USA porque pueden oponer un sistema de crecimiento económico que funciona, al menos por el momento. ¿Porqué dejar de mantener al yuan bajo de forma artificial cuando la economía china crece? ¿Para acercarse al «sueño americano» de un país en el filo de la recesión y con uno de cada diez ciudadanos sin trabajo? Obama y los suyos tienen razón cuando sostienen que la divergencia financiera entre países que exportan y prestan capitales a países que importan y se endeudan es algo insostenible. La «guerra de las monedas» de las últimas semanas es el síntoma de un malestar que podría tornarse aún más general y difundido en los mercados. Y el reavivamiento del «carry trade», con inversores que piden préstamos en países con tasas bajas como en América, para invertirlos en economías y monedas en alto crecimiento como China y Brasil, está destinado a crear burbujas inflacionarias a largo plazo. Pero por decirlo como el gran economista John Maynard Keynes, «a largo plazo todos estaremos muertos», o bien: cuando los problemas son graves y actuales es difícil pensar en las consecuencias de las soluciones para las generaciones futuras. Quizás la crisis irlandesa desviará la atención de los mercados y de los medios de comunicación hacia Europa, dejando a los Estados Unidos ponderando el futuro de su economía en paz. Pero los hombres del Presidente con los que he hablado no tienen esperanza en las miserias de los demás. Si hay una «silver lining» – el probable «cordón de plata» – que los anglosajones encuentran en cada nube negra en la debacle de Seúl es que la administración americana podría reaccionar a las bofetadas de los aliados con un nuevo vigor. Después de la derrota de los demócratas en las elecciones y el fiasco del G20, Obama tiene poco que perder y una elección por ganar a menos de dos años de distancia. En el ala Oeste de la Casa Blanca, sus consejeros ya están hablando de un nuevo programa con medidas de estímulo para ayudar a la economía, acompañadas de reformas estructurales, sobre todo impuestos y jubilaciones, para reducir el déficit. Gastar para estimular el crecimiento y ahorrar para equilibrar el balance son dos objetivos opuestos y hasta que no veamos los detalles del programa será difícil juzgar si el gobierno de Obama podrá lograr ambos. Pero por lo menos el Presidente que ha hecho historia prometiendo un cambio radical en la política americana parece estar finalmente convencido de que no hacer nada lleve sólo a derrotas en cuanto a las chuletas. * Jefe de redacción financiero del Financial Times en New York Francesco.guerrera@ft.com 16 de noviembre de 2010 – La Stampa.it EEUU LANZA LLUVIA DE DOLARES EEUU lanza una lluvia de dólares para intentar impulsar la economia. La Reserva Federal de Estados Unidos decidió ayer inyectar hasta 600 mil millones de dólares en la economía norteamericana para intentar dar un nuevo impulso a la actividad productiva, paliar el desempleo y alejar el fantasma de la deflación. La operación fue anunciada por el Comité de Mercado Abierto de la entidad, que estuvo reunido martes y miércoles en medio de las elecciones legislativas, y consiste en comprar bonos del Tesoro por unos 75 mil millones de dólares por mes hasta al menos junio de 2011. Esta primera intervención monetaria de la “Fed” desde que hizo lo propio cuando estalló la crisis en 2008 (fines del gobierno de George Bush, cuando el organismo también compró miles de millones de dólares en bonos para enfrentar el colapso económico) provocó varias reacciones. Para algunos es una jugada récord de estímulo que servirá para bombear la economía, para otros es muy riesgosa en términos de mantener la credibilidad del organismo. Las Bolsas reaccionaron en forma dispar. Las de Europa cayeron casi todas, Nueva York subió levemente , igual que Asia y Latinoamérica en general. Los agentes bursátiles lo descontaban (por eso el Dow Jones subió 0,24%, pese a que la prensa afín a los mercados se había opuesto a inyectar más dinero). Pero esperaban menos volumen que el volcado: la cantidad en juego equivale, por ejemplo, a casi dos veces al PBI argentino . Técnicamente, la medida se llama quantitative easing (QE, o expansión cuantitativa) y se tomó ante los desalentadores datos coyunturales, reacios a mostrar una mayor recuperación tras la crisis. Por ejemplo, el desempleo no cede a una tasa de dos dígitos, en torno a 10%, y el PBI se mueve menos de 2% anual , tasa considerada insuficiente. Ese deslucido trasfondo económico se reflejó el martes en la derrota electoral oficialista. La Fed decidió además mantener apenas arriba de 0% (de 0 a 0,25%) sus tipos de interés para alentar a los demás bancos, que tienen esa tasa como referencia, a expandir más sus créditos. Bombear más la economía o ajustar las cuentas (EE.UU. tiene déficit y deudas elevadísimos) es uno de los grandes debates hoy entre los países industrializados. En la reciente reunión técnica del G-20, cuyos líderes se reunirán en una semana en Surcorea, Europa, sobre todo Alemania, criticó a EE.UU. su idea de inyectar dinero pues así devalúa el dólar e inflama el riesgo de la llamada “guerra de divisas” , o sea ganar competitividad externa vía devaluaciones. Además, el reclamo de EE.UU. a China de revaluar el yuan para equilibrar el comercio exterior pierde legitimidad si el gobierno de Obama no da un ejemplo, señalan analistas. Una devaluación del dólar, implícita con esta inyección de dinero, automáticamente fortalece otras divisas, sean el euro o las monedas de países de economías “emergentes”. Y eso perjudica a sus exportaciones. Ayer, por cierto, y como ejemplo, en Brasil ya evaluaban si tomar alguna medida . Como sea, la Fed dijo que según sus datos “la recuperación del crecimiento y el empleo va lenta. El consumo de los hogares sube gradualmente pero está acotado por desempleo, modesto crecimiento del ingreso, bajos patrimonios familiares y crédito ajustado”. “La construcción –añadió– continúa deprimida. Las expectativas de inflación a largo plazo son estables, pero los datos de la inflación de base se orientan a la baja los últimos trimestres”. Esta baja de precios es un alerta pues desalienta el consumo –de por sí deprimido– a la espera de menores precios aún. Un fantasma es que ello abra un ciclo deflacionario (como en la crisis del ‘30, que tanto evoca la actual), tan o más dañino que una estampida de precios. En la Fed votaron 10 a 1, con su jefe Ben Bernanke en la mayoría (él lo propuso) y solo el director Thomas Hoening en contra. Para él, los riesgos de la jugada “superan los beneficios”. http://www.clarin.com/mundo/EEUU-dolares-intentar-impulsar-economia_0_365963454.html 4 de noviembre 2010 USA: PROCEDIMIENTO DE QUIEBRA Por Giulietto Chiesa – 6 de Noviembre de 2010 La noticia del día, que no habéis encontrado en las primeras páginas de los periódicos, es ésta: los Estados Unidos de América, han comenzado con el procedimiento de quiebra. Sin decirlo específicamente, pero igualmente se entiende. ¿Cómo? La Federal Reserve, es decir el Banco Central americano, anuncia la “compra” de 600 mil millones de dólares. Lo llaman compra (purchase) en términos técnicos, pero hay que leer “imprime”. Otros 350-500 mil millones de dólares serán tomados de la deuda que la Fed ya ha adquirido, proveniente de los derivados tóxicos de las hipotecas fáciles, e “invertidos”. Leyes introducidas en el mercado. Total: alrededor de 1 billón de papel, simple papel, que el Banco Central de los Estados Unidos imprime para comprar los títulos de la deuda pública americana. La mano izquierda le eroga el dinero a la mano derecha. Si a éstos se les agregan (y hay que hacerlo, porque entran en el balance) los casi 800 mil millones ya impresos para salvar los bancos americanos de la quiebra, se llega a un trillón y 800 mil millones de dólares. Una creación de moneda que no tiene precedentes en la historia de todos los tiempos. ¿Por qué lo hacen? Bastan sólo algunas cifras. En el 2007 la China compró casi la mitad (exactamente el 47%) de las nuevas emisiones de cupones americanos. En el 2008, en plena crisis financiera, China redujo la mitad, alrededor del 20%. El año pasado las compras chinas bajaron drásticamente casi a cero. Llegando al 5%. En estas condiciones ya no hay forma de igualar la balanza comercial de los Estados Unidos. Con una deuda de tales dimensiones es necesario además introducir en el balance los 300 mil millones de intereses anuales a pagar. ¿Cómo? Nadie lo sabe. No queda otra cosa que recurrir al juego de las tres tablillas y a apuntar la pistola en la sien al resto del mundo. La neo presidenta del Brasil, Dilma Rousseff, ha reaccionado inmediátamente acusando a los Estados Unidos de hacer pagar la propia crisis a todos los demás. De hecho el primer efecto será una ulterior devaluación del dólar. Pero la situación es mucho más grave que un alza inflacionaria mundial, por cuanto ésta pueda pesar. Estos son los síntomas de una gigantesca perturbación que se acerca. El físico Guido Cosenza, en un librito áureo suyo llamado “El enemigo insidioso”, define como "transición de fase" sobre el plano económico-social, una situación como ésta, similar al pasaje del agua del estado líquido al gaseoso. Proceso que conocemos con el nombre de ebullición. Estamos empezando a hervir. Lo que significa, precisamente en términos económicos y sociales, el inicio del colapso. A quienes anunciaban el inminente final de la crisis, la recuperación económica, un nuevo crecimiento del PBI, ahora se les debe recordar que mentían, probablemente por estupidez. A quienes nos han creído o a los que no se han dado cuenta, habrá que advertirles para que se preparen a un declive cercano y por lo tanto dramático. Cuando Larry Summers (uno de los principales bancarroteros intelectuales y prácticos del planeta) fue convocado por Barack Obama para entrar en su gobierno dijo (bancarrotero pero no estúpido): “¿Por cuánto tiempo más el mayor deudor del mundo podrá seguir siendo la máxima potencia?” Y la América, ex imperio que aún no lo sabe, mandando a paseo a Obama, demuestra que no pretende renunciar a su posición dominante. Un grave problema para todos, porque América ya no puede seguir imponiendo su voluntad, precisamente porque ya no es más un imperio. Ésto nos dice que ellos están en bancarrota y todos nosotros estamos en problemas y mientras los sigamos dejando hacer lo que quieren, nosotros pagaremos las consecuencias. http://www.megachipdue.info |
17 noviembre, 2010
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