07 septiembre, 2009

.::George Adamsky::.

George Adamsky,

Norteamericano de origen polaco, astrónomo privado logró en base a sus 2 telescopios equipados con cámaras fotográficas, las mejores fotografías de pequeñas y gigantescas naves extraterrestres,.

Investigador de la ciencia extraterrestre-, realizó giras por los países más importantes dando conferencias a granel.
Fue recibido en el Vaticano, por el Papa Juan XXIII a quien en audiencia especial Adamsky le hace entrega de un famoso "mensaje procedente de los extraterrestres con destino a la raza humana, por el que recibió una condecoración especial.
Uno de sus contactos físicos con seres provenientes del planeta Venus, fue observado a distancia por alrededor de 20 personas, incluyendo profesionales y amigos investigadores, el 20 de noviembre de 1952.
El Venusino le hace comprender el grave problema que se cierne sobre el mundo, a causa de las explosiones atómicas que en forma descontrolada están llevándose a cabo; cuentan que en ese contacto se le retira el rollo de películas de su máquina fotográfica y días después -13-12-52- le es arrojado en el patio de su propia casa procedente de un disco volador que estuvo evolucionado a plena luz del día, sita en Palomar Gardens, California. Una vez revelado mostraba un conjunto de extraños signos; más tarde Adamsky denuncia otros nuevos contactos con los mismos seres de Venus.
Efectuó durante ese lapso un viaje a bordo de un platillo volador fuera del planeta Tierra. Sus informes y conferencias conmocionaron al mundo entero favorablemente en la mayoría de los casos, pero fue difamado en los círculos oficiales de su país, donde se lo tachó de falso y ridículo.
El 23 de abril de 1965 George Adamsky muere misteriosamente.
El gobierno oficial de EE.UU. ordena que sea enterrado en el cementerio de Arlingthon en Washington, a corta distancia de la tumba de John F. Kennedy, lugar privilegiado para los "héroes nacionales" de USA, hecho que nadie hasta hoy logró explicar satisfactoriamente como así tampoco nunca trascendió el texto integro del famoso "mensaje" entregado por él al sumo pontífice Juan XXIII.

 EL PRIMER GRAN CONTACTADO 
DEL SIGLO XX 

Recopilación por Marcelo Mas (Un punto en el infinito)

George Adamsky nació en Polonia pero sus padres emigraron a Norteamérica como otros tantos polacos. Eran dueños de un pequeño restaurante al pie del Monte Palomar, donde se encuentra el observatorio mundialmente aclamado. Adamsky de joven se había comprado con sus ahorros 2 pequeños telescopios de aficionado. Uno de ellos tenía adaptado una cámara fotográfica con lo cual conservaba las imágenes de las estrellas. La noche del 9 de Octubre de 1946 cayó una lluvia de meteoritos sobre toda la región, la cual congregó a muchos aficionados que contemplaron el singular y bello espectáculo. Esa noche, como muchos de los espectadores, percibió una sorprendente "visión". Observó una mancha oscura, parecida a un dirigible, que parecía volar rumbo a la población de San Diego, California. Pensó que podría tratarse de un globo sonda militar pero de pronto el extraño objeto se desplazó hacia arriba a una increíble velocidad, dejando una estela luminosa que tardó cinco minutos en desvanecerse. Miles de personas en San Diego también observaron como la mancha oscura se movía. Al día siguiente se constató que no existía ninguna confirmación de algún dirigible, ni globo sonda, ni nada similar sobrevolando la zona. A Partir de esa noche, Adamsky se dedicó a observar el cielo con mayor interés y mayor frecuencia. Al llegar la primavera de 1947, el 24 de Junio, se produjo la primera observación directa de estos objetos, dando así comienzo a la era de los "platillos voladores". Adamsky permaneció pendiente de los hechos observando aquellos objetos desconocidos. Durante un período de tres años permaneció al lado de su telescopio, contó hasta un total de 184 puntos luminosos que se movían en el cielo de manera impredecible. Un día lluvioso del año 1949 varios hombres se reunieron en el restaurante propiedad de Adamsky, esas personas eras J.P. Mansfield y G.L. Bloom, del Laboratorio de Electrónica de Point Loma, de la base naval de San Diego, a quienes acompañaban dos militares de alta graduación. Habían venido para conversar con Adamsky acerca sus observaciones realizadas sobre los ovnis. En la charla, los militares le recomendaron a Adamsky que se dedicase a seguir observando las estrellas pero nada más. Adamsky hizo caso omiso del consejo realizado y le envió al laboratorio de Bloom dos fotografías realizadas. En Marzo de 1950, el periodista Lamford Harrel, del periódico de 'San Diego Journal', realizó una serie de investigaciones llegando a la conclusión que las fotos enviadas se habían perdido misteriosamente. En el año 1952 Adamsky logró una docena de fotografías de naves con formas de cigarros y de discos luminosos. Esta vez Adamsky se quedó con los negativos y envió las copias a San Diego, el fotógrafo encargado del cuidado y revelado de las mismas fue D.J. Detweller, quien vivía en la localidad de Carslbad, a 65 kilómetros del Monte Palomar. Tras la publicación de las fotos, el nombre de Adamsky fue centro de críticas y desacreditaciones por parte de los expertos. El suceso más extraordinario ocurrió el jueves 20 de Noviembre de 1952. Aproximadamente a las 13.30 horas, en la desértica región de Desert Center, camino de la población de Parker, Arizona, se encontró frente a frente con un ser extraterrestre. Ese día Adamsky no viajaba solo; lo acompañaba Albert C.Pauley y su esposa, vecinos ambos de Wirskow, Arizona, que eran todos, al igual que Adamsky, sumamente interesados en el fenómeno de los ovnis. Adamsky había partido ese día rumbo al desierto, acompañado de su secretaria Lucy McGinnis y de Alice K. Wells, propietaria del hotel Palomar Garden. El encuentro con sus amigos tuvo lugar en la carretera, cerca de Blythe. Eran aproximadamente las seis de la mañana de un fresco día claro y despejado. En el mismo lugar del encuentro trazaron su plan de acción, decidieron tomar el camino que pasaba cerca de una base aérea, abandonada desde hacía mucho tiempo. Al llegar a Desert Center, giraron a la derecha, para, después de recorrer unos dieciocho kilómetros, detenerse. Estaban en una región desértica y desnuda por completo de vegetación. Al Rato prosiguieron la marcha. A las once se detuvieron de nuevo para observar el cielo. Nada, absolutamente nada.
Desanimados, volvieron a sus automóviles y continuaron la marcha, para hacer otro alto, algo más tarde. Estaban comiendo cuando un ruido en el cielo les llamó la atención. Se trataba de un bimotor que volaba a gran altura. Justamente al perderse el avión en el horizonte vieron el otro objeto. Su forma era de cigarro plateado y se desplazaba en completo silencio. Con la ayuda de sus prismáticos, Adamsky observó que el objeto era de un color anaranjado en su parte superior. El doctor Williams, que había pertenecido durante la guerra a las fuerzas aéreas, observó una mancha oscura en un costado del cigarro, semejante a un distintivo o símbolo. La emoción más intensa embargaba a todos ante la aparición, y más excitado que ninguno se encontraba el propio Adamsky, quien estaba seguro que entraría en contacto rápidamente con los tripulantes del misterioso y extraño aparato volador. No lo pensó Adamsky: "¡ Aprisa, voy a ir tras él! exclamó -¡Estoy seguro de que desean establecer contacto conmigo!…¡Pero sin ustedes! ¡No quiero testigos!" Lucy, su secretaria, que conducía el vehículo, abandonó la carretera, internándose por un terreno pedregoso. Repentinamente, al recorrer un kilómetro, se detuvo. Adamsky sacó su telescopio de seis pulgadas de su caja, además de una cámara fotográfica y un trípode, instalado todo el equipo sobre una pequeña loma. El aparato con forma de cigarro reluciente se detuvo levitando en el aire, emergiendo al poco rato de su interior otro objeto más pequeño, de forma circular, que muy lentamente se desplazó a poco menos de un centenar de metros del lugar donde el emocionado Adamsky, testigo único de tan insólita aventura. El objeto abrió su portezuela, e hizo su aparición un ser vestido con extrañas ropas, como de esquiador, cuyos cabellos rubios y largos caían a lo largo de sus hombros. Parecía joven y de corta estatura. Hizo súbitamente una señal a Adamsky para que se acercara. Adamsky se acercó. Estando frente a él, mantuvieron un contacto basándose en imágenes mentales, telepatía. El mismo Adamsky, narra en el libro que escribió junto a Desmond Leslie, "Flying Saucers Have Landed" (Los platillos volantes han aterrizado) los primeros momentos de su contacto: "Cuando me aproximaba hacia él, noté una extraña sensación que
me hizo ser precavido. Al mismo tiempo miré alrededor para asegurarme que ambos estuviéramos a la vista de mis acompañantes. No parecía haber ningún motivo para ese sentimiento, puesto que el hombre parecía como cualquier hombre y pude observar que era algo mas bajo que yo y considerablemente mas joven" "De repente, como si un velo se descorriera de mi mente, el sentimiento de precaución desapareció completamente de tal manera que ya no me preocupé más por mis amigos… En ese momento estábamos muy cerca, él dio cuatro pasos hacia mí, acercándose hasta la distancia de un brazo." "Ahora por vez primera me doy cuenta perfecta que estaba ante la presencia de un hombre del espacio -¡Un ser Humano de otro mundo! -La belleza de su figura sobrepasa la de cualquiera que hubiera visto antes. Y la amabilidad de su cara me liberó de todo pensamiento de mi propio yo. Me sentí como un niño en presencia de alguien con una enorme sabiduría y gran amor, y me hice muy humilde conmigo mismo… Puesto que él estaba irradiando un sentimiento de infinita comprensión y dulzura, con extrema humildad." "Me hizo comprender que su llegada era amistosa. También que ellos estaban preocupados con la radiación saliendo de nuestra Tierra. Le pregunté si esa preocupación ¿era debida a las enorme Nubes radiactivas resultantes de nuestras bombas? Él lo comprendió rápidamente y asintió afirmativamente con la cabeza." La esencia del contacto realizado era la preocupación por hacernos comprender a los humanos que las explosiones atómicas representaban un peligro para el planeta Tierra y para el resto de la galaxia.
También le comunicaron que ellos provenían del planeta Venus y que no consideraban conveniente por el momento establecer contacto con los habitantes de la Tierra, a fin de no causar un desequilibrio psíquico-emocional a nuestra raza, que aún no estaba preparada para el encuentro con una civilización más avanzada que nosotros. Invitado por el ser Adamsky lo acompaño hasta la nave, el cual pudo ver que se asemejaba a una campana y que estaba confeccionada de un material muy brillante. El ser le dijo a Adamsky que no se acercara demasiado a la nave, pero pese a la advertencia realizada, Adamsky se acercó demasiado, por lo que una extraña fuerza magnética lo rechazó. El ser al que se le da el nombre de ORTHON se despide de Adamsky, el objeto se elevó en el aire y pudo observar dos anillos que giraban en sentido opuestos y también en la parte inferior del aparato, tres esferas metálicas a modo de tren de aterrizaje. Después de este primer contacto Adamsky volvió a ser visitado por ORTHON el 13 de Diciembre de 1952, pero esta vez invitando al astrónomo aficionado a entrar a bordo de la nave y realizar un vuelo hasta la Luna, donde observó ciudades cubiertas con cúpulas transparentes, en cuyo interior vio el desplazamiento de vehículos. Como testigo material de ese encuentro, le es entregado a Adamsky una placa fotográfica, la cual tiene una extraña fotografía y un mensaje simbólico. Mismos símbolos que hallara Marcel F. Homet, autor del libro Sons of the Sun (Hijos del Sol), grabados en la roca antigua, cuando realizaba expediciones arqueológicas en el Amazonas. Dichos símbolos tienen aproximadamente 20.000 años de antigüedad. Años después, en 1955, Adamsky cuenta que nuestro planeta se encuentra rodeado de un cinturón radioactivo a unos 900 kilómetros de altura. Recién el 31 de Enero de 1958, con el envío del primer satélite americano EXPLORER I el físico Van Allen descubre, estudia y detalla una serie de cinturones que circundan la Tierra. También en los años 50 Adamsky declaró haber observado que el cinturón radiactivo, esta formado por una gran cantidad de "luciérnagas espaciales", recién el 20 de Febrero de 1962, el primer astronauta norteamericano, el Teniente Coronel John Glen, después de su viaje en la cápsula "Friendship VII" declaró haber observado a través de la ventanilla unas partículas luminosas que se movían como una "nube de luciérnagas". A través de los sucesivos años Adamsky realizó croquis del funcionamiento y distribución de las naves "nodrizas", relató las ciudades que vio en la Luna, narró de manera muy precisa sus viajes interestelares, cómo se sintió y quienes fueron sus "amigos de viaje". Las fotografías del tipo de nave con que tenía contacto fueron comparadas con otras similares de otros contactados y personas que han presenciado avistamientos y después de estudios realizados, se puede afirmar que se trata de la misma tipología de nave.
George Adamsky, fue seriamente desprestigiado como tantos contactados, sus fotografías fueron centro de grandes discusiones acerca de su autenticidad por parte de los científicos americanos, pero lo cierto es que en el mes de Abril de 1965, fue sepultado en el cementerio de los héroes de Arlington, reservado para los americanos ilustres, cerca de la tumba de los hermanos Kennedy. Se considera junto al italiano Eugenio Siragusa, los dos más famosos contactados de la historia, teniendo como factor común, el mensaje fundamental sobre la paz para el mundo.



Fuente:delcieloalatierra.com.ar

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

WEBS AMIGAS

SITIOS RELACIONADOS

RADIOS AMIGAS

RADIOS AMIGAS
VIERNES DE 17 a 19 HS ARGENTINA.

.:: La Vida y el Universo ::. Órgano de Difusión Independiente | Copyright © 2009 Designed by fermin8a | diseño

Ir Arriba