DEL CIELO A LA TIERRA
HE ESCRITO EL 13 DE JULIO DEL 2021:
CLAUDIO ROJAS ES UNO DE LOS TEÓLOGOS MÁS REFINADOS Y PREPARADOS DE NUESTRA OBRA.
LEAMOS Y APRENDAMOS.
EN FE
G.B
PLANETA TIERRA
13 de julio del 2021
Vivimos con el espíritu de la Verdad
De Claudio Rojas
Es imposible comprender bien un mensaje, en un texto antiguo o moderno, si no tenemos en cuenta el contexto en el cual se escribe, los problemas, la situación, los grupos y sus relaciones… que hacen que se escriba ese texto en la forma en que se hace. Vamos a ver entonces algunos aspectos del contexto en que se escribe el evangelio de Juan, tal como lo tenemos actualmente, dejando de lado la historia y el largo proceso de su composición.
Tengamos presente, que Jesús les dijo a sus apóstoles, que dejarían de ver al Pastor de pastores, al verbo, al Dios mismo, al autor de la vida, a aquel que todo lo puede, a aquel que había dado Su vida por ellos y por nosotros, y que de pronto los reúne para decirles que se iba. Al parecer la noticia no fue de su agrado, porque la palabra de Dios dice: que en cierta oportunidad Jesús les dijo a los doce: que si ellos querían irse, que se fueran también, pero ellos les respondieron: Señor ¿A quién iremos? si solo tú tienes palabras de vida eterna. Entonces Jesús les dijo: es por eso que yo tengo que irme, pero regresaré… porque tengo que irme a la casa de mi Padre a preparar lugar para ustedes y para los que han de venir, y por lo tanto les conviene que yo me vaya aunque a nadie de ustedes les guste la idea, pero no se entristezcan porque les dejaré al Paráclito, al otro Consolador. Esto quiere decir que a ellos y a nosotros nos convenía que Jesús se fuera, porque solo así el Espíritu de verdad, es decir: el Consolador, vendría para guiarnos a toda verdad… Por tanto, al estar llenos del Espíritu de verdad, podemos amar aún en este mundo lleno de caos, de dolor, de rencor, de desprecio, de desigualdad, de odio… porque el Espíritu Santo derramó en nuestros corazones un amor verdadero.
Que estamos viviendo los días que anteceden a la venida del Señor, es decir: los días de Lot, es decir: los días de pre tribulación. Es por eso que nuestro Padre celestial quiere que nos llenemos del poder sobrenatural que Él nos envió en reemplazo de lo que Jesús haría si Él estuviera físicamente presente con cada uno de nosotros. Este sustituto es el Espíritu de verdad, es decir: el Paráclito, es decir: el Consolador y su misión es, entre otras:
La de fortalecer, ver Hechos 9:31.
La de instruir y guiar, ver Hechos 16:6 al 10.
La de dar libertad, ver Segunda de Corintios 3:17, y
La de enseñar y recordarnos lo que Él nos ha dicho, ver Juan 14:26.
En la última noche de Su ministerio de tres años y medio, el Señor Jesús dio un largo discurso a Sus discípulos, el cual se halla en Juan 14—16. Esta sección es un discurso de despedida que el Señor Jesús les dio a Sus discípulos la noche en que fue traicionado. En esta despedida, Él primero les dijo que Él es la expresión del Padre; cuando la gente le ve, ve al Padre. Él está en el Padre y el Padre está en Él, y Él y el Padre son uno (14:9-10). Luego en los versículos 16 y 17 dijo: “Yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad”. Casi todos los cristianos saben que lo que el Señor Jesús habló aquí era la promesa de darnos un Consolador, pero lo que no entienden es cómo el Padre nos dio este Consolador.
El Señor dijo a continuación que este Consolador, el Espíritu de verdad, permanecería con los discípulos y estaría en ellos (v. 17). El Señor había estado con los discípulos por tres años y medio; ellos verdaderamente disfrutaban de Su presencia, y Él era su Consolador, pero ahora iba a dejarlos. Cuando ellos escucharon esto, se entristecieron mucho. Por esta razón, el Señor quería que supieran que en aquel momento Él sólo podía estar con ellos exteriormente, mas no podía entrar en ellos. Mientras el Señor estaba en la carne, podía estar con los discípulos y andar, quedarse y permanecer con ellos, pero Él no estaba satisfecho. Él deseaba entrar en los creyentes a fin de vivir en ellos como su vida. Además, Él quería ser su pan de vida y su suministro de vida. En otras palabras, Él quería ser el “otro Consolador”. Por lo tanto, el “otro Consolador” era Cristo mismo que entraría en ellos para ser su vida y su guía. ¿Cómo podía el Señor entrar en los discípulos, y cómo podía Él estar con ellos para siempre? En 14:19-20 el Señor dijo: “Todavía un poco, y el mundo no me verán más; pero vosotros me veis; porque Yo vivo, vosotros también viviréis. En aquel día vosotros conoceréis que Yo estoy en Mi Padre, y vosotros en Mí, y Yo en vosotros”. Aquel día era el día cuando el Señor vivió y Sus discípulos también vivirían; esto se refiere al día de la resurrección del Señor (20:19). Después de Su resurrección el Señor vivió en los discípulos, y ellos también vivieron por causa de Él, como se nos dice en Gálatas 2:20. Además, en aquel día los discípulos pudieron conocer que el Señor está en el Padre.
En Juan 14:10 el Señor dijo: “¿No crees que Yo estoy en el Padre, y el Padre está en Mí?”. El Señor les estaba preguntando a los discípulos si ellos creían, no si ellos habían tenido la experiencia. Luego en el versículo 20 el Señor fue más allá y dijo: “En aquel día vosotros conoceréis”. Por consiguiente, la palabra conoceréis aquí se refiere a la experiencia, no sólo al hecho de creer, sino también al hecho de experimentar que el Señor está en el Padre.
¿Por qué, en vez de hablar del Consolador, el Señor dijo que Él estaba en el Padre, que nosotros estamos en Él y Él en nosotros? En realidad, es porque esto se refiere a nuestra experiencia del otro Consolador. Fue en ese día, el día de la resurrección del Señor, cuando este otro Consolador vino a los discípulos y sopló en ellos; ellos lo inhalaron y lo recibieron.
Juan 14 contiene muchas revelaciones. El versículo 6 dice que Cristo es el camino, la verdad y la vida; el versículo 9 dice que el que ha visto al Hijo ha visto al Padre; el versículo 11 dice que el Hijo está en el Padre y que el Padre está en el Hijo; y los versículos 16 y 17 dicen que otro Consolador, el Espíritu de verdad, sería dado a los discípulos no sólo para que permaneciera con ellos, sino para que también estuviera en ellos. Sin embargo, los cuatro versículos más importantes de Juan 14 son los versículos 10, 20, 23 y 26. Además, la revelación en estos cuatro versículos es progresiva. Por lo tanto, para estudiar la experiencia que corresponde al versículo 20, tenemos que proseguir y estudiar el versículo 23. En el versículo 23 el Señor dijo: “El que me ama, Mi palabra guardará; y Mi Padre le amará”. Esto es verdaderamente maravilloso. ¿Por qué es que cuando alguien ama al Señor, el Padre también lo ama? ¿Por qué el Señor dijo que el Padre lo amaría, en lugar de decir que Él mismo lo amaría? ¿No lo amaría también el Señor? Luego el Señor continuó diciendo: “Y vendremos a él, y haremos morada con él”. La palabra vendremos aquí se refiere al Padre y al Hijo. Según nuestro modo de pensar, si una persona ama al Hijo, el Hijo lo amará y entrará en él con gozo para permanecer en él. Pero, ¿por qué el Señor dijo que cuando alguien ama al Hijo, es el Padre quien lo ama y que el Padre y el Hijo vendrían a él y harían morada con él?
Juan 14:26 dice que el Padre envió al Espíritu en el Hijo, y el Padre y el Hijo son uno porque el Padre está en el Hijo. Luego, 15:26 nos muestra que el Hijo envió al Espíritu desde el Padre y con el Padre; por tanto, el Espíritu está con el Padre. Lo primero indica que el Padre y el Hijo son uno y que el Padre está en el Hijo, mientras que lo segundo dice que el Espíritu vino desde el Padre y con el Padre. Lo primero nos dice que el Padre está en el Hijo, especialmente al enviar al Espíritu, mientras que lo segundo nos dice que fue el Hijo quien envió al Espíritu. ¿Significa esto que son dos personas las que envían? El Padre y el Hijo son dos, pero en la acción de enviar al Espíritu son uno, porque el Padre envía en el Hijo. Por consiguiente, el enviar del Padre es el enviar del Hijo. Cuando estudiamos estos dos versículos juntos, podemos concluir que el Espíritu quien es enviado viene con el Padre, y el Padre envía al Espíritu en nombre del Hijo. Por lo tanto, el Espíritu viene con el Padre y el Hijo. Esto demuestra que el Padre, el Hijo y el Espíritu son uno y no pueden ser separados.
Si no entendemos esto, en nuestra experiencia podría parecernos que sólo tenemos al Hijo, sin tener al Padre y el Espíritu. En realidad, cuando experimentamos a Cristo, este Cristo es el Espíritu, y este Espíritu es la consumación del Dios Trino. Por consiguiente, cuando experimentamos a Cristo, también experimentamos al Padre con el Espíritu. Incluso podemos decir de manera más clara que el Cristo a quien experimentamos es el Espíritu.
Así como hemos dicho que el Consolador, de alguna manera reemplaza a Jesucristo, pero a través de él, Jesucristo permanece entre nosotros y así cumpla su promesa. ”No os dejaré huérfanos”. Y si tenemos dudas, la sangre de Cristo se hace presente en forma periódica y frecuente, para consolarnos, darnos la luz y la sabiduría que se requiere en este duro y hermoso camino. El consolador que se encuentra entre nosotros, es compenetrado por Jesús, quien a su vez alberga el espíritu de Cristo que es el Dios hijo, pero él, vale decir el Cristo y su Padre son uno sólo. Finalmente, este último está compenetrado por el Espíritu Santo, por tanto, a través del Consolador podemos escuchar las melodías de los más altos cielos, en definitiva, él representa en el mundo, la voluntad Divina encarnada, que es la que se opone a la corriente anticrística del mundo.
He aquí el mensaje que ha motivado este escrito:
HOY EL CONSOLADOR HA VENIDO HACIA VOSOTROS, AQUÉL QUE EL PADRE HA MANDADO HOY OS REVELA TODO. ¡ESCUCHADLE! ÉL ES LA ÚLTIMA ESPERANZA PARA UNA HUMANIDAD SIN LUZ, EN LOCA CARRERA HACIA EL ABISMO.
¡Y RECORDAD! RECORDAD SIEMPRE, NO SE VA AL PADRE SI NO A TRAVÉS DE SU HIJO, EL MESÍAS JESÚS CRISTO.
¡ESTOY ENTRE VOSOTROS! EN LOS OJOS DE LA JOVEN DONCELLA Y DE SUS MARAVILLOSOS Y FASCINANTES ARTISTAS Y VIVO LAS ALEGRÍAS Y LOS DOLORES DEL AMOR HUMANO.
¡EL TIEMPO LLEGA Y A VOSOTROS AMIGOS, COMPAÑEROS DE LA RESISTENCIA, SOLDADOS Y HERMANOS DEL QUE ESCRIBE, MI SIERVO, ¡DIGO Y GRITO!
¡ESTAD UNIDOS!
¡UNIDOS! AL SERVICIO DE LA VERDAD Y DE MIS JUSTOS QUE HE ELEGIDO PARA TESTIMONIAR LA VERDAD.
¡PAZ!
CON AMOR UNIVERSAL VUESTRO ADONIESIS
PLANETA TIERRA
27 de Junio 2021. 12:19 horas
G. B.
HE AQUI LA IMPORTANTE RELACION DEL SINCRONIZADOR ENTRE LO HUMANO Y LO DIVINO.
Claudio Rojas
3 de Julio 2021
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