16 octubre, 2021

.::PORQUÉ CRISTO DEBE RETORNAR::.


 DEL CIELO A LA TIERRA

HE ESCRITO EL 15 DE SETIEMBRE 2021 

EL RETORNO DE CRISTO EXPLICADO POR EL MAESTRO CIUCANNI.
UN HONOR Y UNA FELICIDAD LEER Y APRENDER.
EN FE
G.B.

PLANETA TIERRA
15 de Setiembre 2021


PORQUE CRISTO DEBE RETORNAR
De Flavio Ciuccani

Nos encontramos en una situación de tal desamparo general que tenemos que admitir que, con nuestras capacidades físicas, culturales y los recursos en general, no estamos en grado de resolver los problemas sociales, económicos, ambientales y políticos. Sin embargo, es evidente un gran deseo de cambio: lo exige la gente, lo exige la naturaleza, lo exige la concepción del sistema espiritual ligado a la evolución cósmica de la creación. También el mismo dirigirse al “Cielo” para su intervención directa, hace parte del mismo sistema espiritual en la cual la misma alma humana es un medio de intermediación entre lo humano y lo divino. Muchos hombres, más allá de las religiones e ideologías invocan un cambio y se esfuerzan y sacrifican para obtenerlo; sus intenciones, sus gritos y sobretodo sus acciones se unen en un único río de energía de la manifestación humana que se transmite a la manifestación sobrenatural y de esta recae la fuerza divina hasta el más miserable de los hombres. “En mi angustia invoqué a Jehová, y clamé a mi Dios; Él oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó a sus oídos” (2Sam 22,7)


El Mesias deseado
La venida del Mesías hace dos mil años fue deseada y solicitada. El Verbo ya se había manifestado al mundo. En las tinieblas del abismo informe y el desierto de la materia, el Espíritu de Dios

dCristo debe retornar2el Génesis envió el Verbo a sacralizar con la Luzla materia misma que se animó y se pintó de miles colores y se crearon infinitas armonías y el Cosmos (Orden) cantó loas al Señor y lo manifestó a los hombres, pero la materia- hombre no lo reconoció. “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.” (Juan 1,1-5)

Pero un rayo de Luz iluminó a hombres receptores de la sensibilidad cósmica: ellos descubren esa energía que fluye de las manifestaciones del Cielo hasta la materia y abrazan Aquella que, inseminada por el Astro Solar, era su Madre y Nodriza.

Tuvieron miedo los poderosos y agresivos romanos a la llegada de Anibal desde los Alpes: Los libros sibilinos adivinaron que era necesario volver a la “Magna Mater”, a la madre de todos los hombres y de todas las criaturas. Los pueblos de la cuenca del Mediterráneo habían conocido la historia de Isis y su marido Osiris y cómo éste había resucitado gracias al amor de su esposa. La misma resurrección anhelaba Cicerone que había obtenido la iniciación de los ritos eleusinos, mientras se alojaba en Grecia para estudiar retórica, y escribía en “La Amistad”: “He recibido la esperanza de una vida después de la muerte”.

Al mismo tiempo un mago (sacerdote) persa, Zarathustra (Zoroastro en griego), destruyendo creencias e ídolos inútiles, había predicado la necesidad de la llegada de un Avatar Salvador que habría dirigido a los hombres hacia la justicia y lo había escrito en los libros sacros denominados Avesta. Mientras tanto se habían difundido las visiones místicas del devoto sacerdote egipcio Trismegisto que había sido iniciado por la Inteligencia Suprema Solar, un Verbo luminoso hijo de Dios; las visiones serán puestas por escrito posteriormente con el título de “Poimandres”


La esperanza, que se transforma en certeza, sin embargo ha sido osada la elección de los monjes Esenios. Abandonaron las incertidumbres y falsedades de sus hermanos Fariseos, y condenaron el mercantilismo de los ricos Saduceos, que compraban a los invasores romanos el máximo poder hebreo, la titularidad de Sumo Sacerdote.

Los Esenios supieron leer los signos de los tiempos y, retirarse en el desierto de Judea, conocieron a Aquel que debía venir como habían hablado los profetas y las antiguas tradiciones de los hombres iluminados por la sensibilidad cósmica. Ellos escucharon los relatos de las apariciones de aquellos Seres que para describirlos aún se recurre “al fuego para representar las esencias celestiales, y así ponen en relieve su tendencia a semejarse a Dios y a imitarlo lo más posible"

Se representan también en forma de hombres ya que el hombre posee la inteligencia, una facultad visual orientada hacia lo alto”.
(Dionisio el Areopagita, La jerarquía celestial).

Los santos monjes vieron a los pacientes reyes-sacerdotes persas seguir un cuerpo luminoso celeste hasta donde había nacido el Mesías y escucharon a los seres de luz alabar a Dios y a los hombres por Él amados que habrían hecho Su voluntad. Ellos iniciaron los dos hermanos según las leyes de la Torah y de la ciencia cósmica del Espíritu.

Fue así que el Verbo escuchó las necesidades y las expectativas de los hombres justos y las necesarias evoluciones cósmicas, y Cristo encarnó en la materia las cualidades del divino Amor, hace conocer la verdadera naturaleza de Dios y da inicio a una nueva era.

« Yo y el Padre uno somos.» (Juan 10, 30)

Cristo vivió una vida de amor hasta el extremo sacrificio de su vida, y dio a los hombres el mandamiento de amarse unos a otros, e hizo conocer a un Dios Justo por Amor: dio en práctica las bases para modificar la vida humana para crear una sociedad basada en el Amor y la Justicia y un mundo sin tinieblas. “Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas”. (Juan 12,46) “No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros”. (Juan 14,18)

Pero Cristo no ha regresado más. Lo esperaron con ansiedad las comunidades cristianas, pero aquellos que se decían seguidores de Cristo no hicieron lo que no era necesario. Las mismas comunidades constituidas, las iglesias, se han preocupado de procurar muchos fieles para si y al Poder político que las defendían. Los jefes religiosos se peleaban sobre cuestiones teológicas en lugar de preocuparse en ser los verdaderos seguidores de Cristo: ¡Constantinopla estaba a punto de ser tomada y ellos hablaban del sexo de los Ángeles! El Amor y la Justicia por la que el Cristo había vivido y dado el ejemplo, habían sido puestas en segundo plano.

Sea bien claro que Ellos conocen y viven el sentido de la divinidad: “Yo y el Padre uno somos”.(Juan 10,30); “Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió”. (Juan 6,38); y en la concepción de la unicidad de «allí donde se puede lo que se quiere » (como lo expresa Dante en Inf. III), en el Getsemaní declara la realización del plan divino: « diciendo: Padre, si quieres, aleja de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya».(Lucas 32,42)

Mateo cierra su Evangelio con las últimas palabras, de significado inequívoco, que Jesús dirige a sus apóstoles: «Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban. Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.» (Mt 28, 16-20) Jesús borra las dudas de cualquier apóstol y recuerda que debemos enseñar a “observar” lo que había ordenado, mandado, impuesto, necesidad “sine qua non”. Además usando también en este caso un vocabulario “terèo” tiene el sentido de conservar con cuidado, mirar diligentemente tanto con los ojos como con la mente, de la cual “ejecutar”. Pero lo más interesante es que Jesús ha dado a los apóstoles un tiempo, una conclusión, aunque no muy precisa: siempre con el vocabulario, nos damos cuenta de que la frase final se traduce literalmente en «Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final la edad presente», donde "sun-teleìas" está para el final de un período y la palabra griega "aiònos" no significa mundo, sino período, era, después del cual comienza otro, el del Paráclito. En definitiva, Cristo concluye su vida terrena hablando a los Apóstoles con la fuerza, la energía, el Amor y el Poder de una única Voluntad. Lo había dejado bien claro que el programa de la evolución de la tierra y su paso a otra dimensión energética estaba en la lógica creadora: «Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre». (Mt 24, 36)

Todo está listo para el regreso

SCristo debe regresar4i logramos, lo que ciertamente no es fácil, tener un ojo libre del mal generalizado, de la concepción materialista que envuelve las mentes humanas, de las injusticias que hacen los gobernantes, que las provocan, arrogantes, mentirosos y beligerantes, podremos ver que el momento presente que vivimos tiene unas peculiaridades que dan al Cielo una "oportunidad" única para el Retorno de Cristo“Porque sabemos, de hecho, que toda la creación gime y sufre hasta hoy y que aun esta con dolores de parto; no solo ella, sino también nosotros mismos, que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos por dentro esperando la adopción como hijos, la redención de nuestro cuerpo ". (Rom 8, 22-23)

No sabemos cómo se mostrará Cristo a nuestros ojos: tal vez con el mismo rostro que alguna vez estuvo, o tal vez no, vestido de europeo o asiático, pero ciertamente no se mostrará como un hombre sometido a torturas o al suplicio, no será el hombre del crucifijo. Si la cruz aparece como signo de su regreso, no será símbolo de dolor, sino de terror para quienes lo traicionaron, escupieron, maldijeron u ocultaron. Hablará con afirmaciones que no necesitarán interpretación ni explicación; mostrará su realeza sobre una jerarquía que ha permanecido oculta, pero visible para muchos, oculta, pero siempre operativa; sus compañeros serán poderosos, estudiosos y maestros de civilizaciones centenarias, modeladores de la materia y la luz, dispuestos como soldados, amorosos como santos, activos como si fueran creadores.

Llegará a un mundo nuevo, muy diferente al del pasado, con nuevos
problemas: un mundo esencialmente unificado para el que 
no habrá un área precisa o restringida para aparecer. La tecnología, los medios de comunicación serán sus armas de propaganda y su rostro aparecerá a todos, sin problemas de transmisión.

No todos lo aceptarán, pero su presencia será tan molesta y el clamor tan grande que obligará a salir al descubierto a los anticristos, mostrando cosas admirables y prometiendo una vida inmortal y un bienestar económico ilimitado. El mundo que ha cambiado, también ha transformado a los hombres que se han vuelto voraces por la novedad, para reaccionar a lo nuevo, tanto en positivo como en negativo. La respuesta rápida de los hombres del pasado hoy será mayor, porque son más capaces de investigar; Los teléfonos inteligentes estarán listos para "chatear" datos, impresiones, noticias, sentencias. Lo positivo se confundirá con lo negativo, la noticia con la charla, la prudencia con el miedo, lo real con lo virtual. Pero Cristo es la fuente de Luz y Vida y las Tinieblas no podrán hacer nada para oscurecer su presencia y su "nueva revelación".

No se servirá de ninguna iglesia establecida para difundir el mensaje al mundo, donde los hombres durante dos mil años han rechazado las Buenas Nuevas del Reino Nuevo en medio del odio, el resentimiento y la división. En un tiempo, sobre todo en la Edad Media, iglesia y cultura eran una sola y, por lo tanto, era el único canal de divulgación.
La iglesia nunca ha explicado qué era el Reino de Dios, porque para ella el Reino es solo una expresión teológica. Hoy Cristo encuentra una sociedad desprovista de ese poder sacerdotal que le dio muerte. En muchos lugares, los espíritus libres han desarrollado una sensibilidad espiritual que los llevará al reconocimiento de Cristo. Esto ya está sucediendo gracias a la obra de una vanguardia de mensajeros, casi todos fuera de los límites de las religiones e iglesias constituidas.

Estos mensajeros, nuevos Bautistas, han explicado lo que era el Reino de Dios y han trabajado para reunir a ese gran número de mujeres y hombres, especialmente jóvenes, que se interesan por el tema y buscan a los maestros renacidos de la Sabiduría, los discípulos de Cristo. Estos mensajeros serán los únicos en reconocer inmediatamente a Cristo, en medio de los gritos y ruidos de los falsos cristos; serán ellos quienes dirijan a los creyentes, verdaderos imitadores de Cristo, hacia Aquel que vuelve a reinar sobre un Reino que se ha de realizar, esta vez, de verdad.

La preparación para el Regreso

Por años hemos buscado las señales de su Regreso. Hemos analizado fotografías admirables, hechos sensacionales, pinturas e íconos que parecían vivos, hemos analizado videos increíbles: muchísimas señales de todo el mundo para decirnos que venía; hemos consagrado nuestro corazón a las preocupaciones maternas de la santa Madre del divino Maestro que proclamaba su amor y su dolor por una humanidad incapaz de convertir la pereza, la maldad, el egoísmo, el odio en acciones de amor, de armonía y de paz:
«Si el pueblo no se somete, me veré obligada a dejar libre el brazo de mi hijo. Es tan fuerte y pesado que ya no puedo sostenerlo. ¡Cuánto tiempo llevo sufriendo por vosotros! " (La Salette 1846).

Pero ahora que estamos "políticamente" seguros", y que existen las condiciones sociales y culturales para su regreso, surge la pregunta habitual: "¿qué puedo hacer?" Para quienes han abrazado la causa de Cristo, el problema y, por tanto, las posibles soluciones, se extiende en abanico y no se puede circunscribir a la búsqueda de la salvación individual.
Hemos hablado últimamente de la oración, que no es un medio para resolver y absolver nuestros deberes cristianos. Orar, en cualquier forma que se realice, debe ser el momento de sanar nuestras debilidades para luego recargar de energía espiritual nuestra actividad evangélica. Preparar a la humanidad para el gran acontecimiento, imponerse al desorden moral, despertar de la incertidumbre no del mañana, sino del hoy, responder a los jóvenes a los que se les ha arrebatado el futuro, son momentos que requieren tomar una postura correcta y consciente: se asemeja cada vez más a una guerra en la que el ejército debe estar preparado y organizado en todos sus componentes.

Hay objetivos inmediatos por alcanzar y son importantes y creo fundamentales para el despertar de tantas almas como sea posible. En primer lugar, es necesario abatir la inercia espiritual y física. Los hombres han perdido la voluntad de "hacer el bien": han puesto los valores espirituales en el último lugar de las necesidades. Muchos tienen a Jesús en el corazón, pero tienen vergüenza, tienen miedo de hablar de él, temen que se les rían. El juicio de los demás los convierte en esclavos de la materialidad procurándose una visibilidad del "buen vivirpara ellos y sus hijos.

Otro objetivo es para aquellos que están más cerca de la fe de Cristo, pero se pierden en los deberes cotidianos y no pueden detener su ansiedad y preocupación divididos entre problemas familiares y relaciones parentales y no, situaciones laborales y económicas, entre el deseo de "hacer bien" y los tiempos libres. La mente en ellos ha creado un enredo que aparentemente se debe a problemas reales, pero el materialismo prevalece sobre el concepto crístico de amor y compromiso espiritual y social. Es necesario adaptarse a los tiempos del espíritu, libres de patrones dictados por la ansiedad más que por la necesidad: servir a Cristo tiene sus tiempos y a ellos hay que adaptar nuestras vidas.
«Los hijos de la Santa Iglesia, los hijos de la verdadera fe, mis verdaderos imitadores, crecerán en el amor de Dios y en las virtudes que más aprecio. ¡Felices las almas humildes guiadas por el Espíritu Santo! Lucharé con ellos hasta que alcancen la plenitud de la madurez.» (La Salette 1846)

Una vez que se han liberado los lazos de las nimiedades verdaderas y falsas,
es más fácil 
pasar a la acción.

«Hago un llamamiento urgente a la tierra: apelo a los verdaderos discípulos de Dios que vive y reina en el Cielo; apelo a los verdaderos imitadores de Cristo hecho hombre, único verdadero Salvador de los hombres; apelo a mis hijos, a mis verdaderos devotos, a los que se han entregado a mí para que yo los lleve a mi divino Hijo, aquellos que yo llevo como en mis brazos, aquellos que han vivido en mi espíritu.

Por último, hago un llamamiento a los apóstoles de los últimos tiempos, fieles discípulos de Jesucristo que vivieron en el desprecio del mundo y de sí mismos, en la pobreza y la humildad, en el desprecio y el silencio, en la oración y la mortificación, en la castidad y en unión con Dios., En sufrimiento y desconocidos para el mundo. Es hora para ellos de emerger y de venir a iluminar la tierra. Vayan, demuestren que son mis queridos hijos; estoy con vosotros y en vosotros, para que vuestra fe sea la luz que los ilumine en estos malos tiempos. Que vuestro celo os haga hambrientos de la gloria y el honor de Jesucristo. ¡Luchen, hijos de la luz! Vosotros, los pocos que ven al respecto, ya que el tiempo de los tiempos, el final de los finales, está cerca ". (La Salette 1846)

Toda gran iniciativa, y la preparación para el regreso de Cristo es muy grande, requiere no solo energías humanas sino también económicas. Esta consideración podrá bloquear el juicio correcto de muchos, pero sigamos y analicemos el objetivo final. Cristo dejó a los hombres con una nueva visión de la vida terrena que, si se pone en práctica, los conducirá no solo a la salvación personal, sino a formar parte del Reino del que Cristo mismo será su Monarca.

El Maestro dijo: «Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves? " (Lc 12, 24). La invitación a no dejarnos asaltar por la ansiedad, Jesús la concibe precisamente en vista del Reino en el que todos tendrán lo necesario y no lo superfluo. Muchos de nosotros no hemos elegido la pobreza voluntaria, como muchos santos hombres como Francisco de Asís, al mismo tiempo podemos decir que somos pobres involuntarios.

El mismo Maestro de la ciencia del espíritu nos dice cómo ayudar a la Obra del Enviado que nos guía a preparar el regreso de Cristo:
«Alguien corrió hacia él y, arrodillándose frente a él, le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué debo hacer para tener la vida eterna?». Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino solo Dios. Ya conoces los mandamientos: no mates, no cometas adulterio, no robes, no des falso testimonio, no defraudes, honra al padre y a la madre». Luego le dijo: "Maestro, he observado todas estas cosas desde mi juventud". Entonces Jesús, mirándolo, lo amó y le dijo: «Una cosa falta: ve, vende lo que tienes y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; entonces ven y sígueme». Pero él, entristecido por esas palabras, se fue afligido, porque tenía muchas posesiones” (Mc 10, 17-22).

De este episodio se puede deducir que Jesús llama sólo a algunas almas predestinadas a la perfección para una misión ejemplar de renovación en un mundo que ha olvidado las virtudes evangélicas y deja a otros libres para seguir y obedecer las leyes socio-espirituales dictadas por el amor: "Gloria a Dios en las alturas de los cielos y en la tierra paz a los hombres que ama” (Lc 2, 14). Sin embargo, todos están llamados a agradar al Señor por medio de Cristo, que es el camino que conduce al Padre: “El que acepta mis mandamientos y los guarda, me ama. El que me ama será amado por mi Padre y yo también lo amaré y me manifestaré a él». Judas, no el Iscariote, le dijo: "Señor, ¿cómo fue que debías manifestarte a nosotros y no al mundo?". Jesús respondió: "Si alguien me ama, cumplirá mi palabra y mi Padre lo amará e iremos a él y haremos nuestro hogar con él" (Jn 14, 21-23).


Un ejemplo, quizás extremo, es María Magdalena, la adinerada comerciante que puso en primer plano la obra de Cristo hasta el punto de poder considerarse una auténtica apóstol, o la esposa del mayordomo de Herodes: de lo que se puede deducir del Evangelio no vendieron todo para dárselo a los pobres, sino que lo dedicaron a la obra. "Iba a las ciudades y aldeas, predicando y anunciando las buenas nuevas del reino de Dios. Estaban con él los Doce y algunas mujeres que habían sido sanadas de malos espíritus y enfermedades: María Magdalena, de la cual salieron siete demonios. Giovanna, esposa de Cusa, administrador de Herodes, Susana y muchos otros, quienes los ayudaron con sus bienes ". (Lc 8, 1-3).

Poner el trabajo de los nuevos Bautistas en el primer lugar de nuestra existencia terrena nos convierte en pobres voluntarios, donde la remuneración por nuestro trabajo, nuestra profesión se utilizará para dar lo necesario a nuestra vida y a nuestros hijos y todo lo demás para la Obra. "Cada uno da según lo que ha decidido en su corazón, no con tristeza ni con la fuerza, porque Dios ama a los que dan con alegría" (2Cor 9, 7). Pero el amor nos obliga a no descuidar a aquellos que, junto a nosotros, se dedican a la misma misión y que pueden tener necesidades que la hermandad de los hijos de la Luz está llamada a mitigar: "De aquí distinguimos a los hijos de Dios de los hijos del diablo: el que no practica la justicia no es de Dios, ni lo es el que no ama a su hermano” (1 Jn 3, 10).

Otro momento ejemplar de la acción son las obras. La realización de las obras tiene un valor espiritual importante. No debemos derrocar al sistema capitalista saqueador e injusto, sino denunciar su maldad y sobre todo la enorme injusticia que crea y su connivencia con un sistema corrupto y criminal.
"El mundo no puede odiaros a vosotros, pero me odia a mí, porque de el, yo testifico que sus obras son malas" (Jn 7: 7). Por tanto, trabajar por esas virtudes evangélicas, que son expresión del amor crístico, es parte integral del trabajo de preparación para el Retorno. Además, es necesario dar ejemplo a los que dudan o se oponen a la obra del Enviado celestial mostrando que su obra produce buenos frutos: "Cuidado con los falsos profetas que vienen a vosotros con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces"... Los reconocerás por sus frutos. ¿Recogemos uvas de los espinos o higos de las zarzas? Así, todo buen árbol produce buenos frutos y todo árbol malo produce frutos malos; un buen árbol no puede dar malos frutos, ni un árbol malo dar buenos frutos. Todo árbol que no da buenos frutos se corta y se echa al fuego. Podrás, pues, reconocerlos por sus frutos "(Mt 7, 15-20), porque" Mi Padre siempre trabaja y yo también trabajo "(Jn 5, 17).

Para concluir, nos gusta recordar que, estar disponible para preparar y prepararnos para el Retorno de Cristo, trabajando junto al enviado Bautista, el que nos estimula y guía, trabajando con amor y armonía, hace feliz a la Santa Madre quien fue la primera en trabajar por el Retorno de Cristo: "Los hijos de la verdadera fe, mis verdaderos imitadores, crecerán en el amor de Dios y en las virtudes más queridas por mí".


Agradezco a Funima International y Pixabay por las imágenes gratuitas


Flavio Ciucani

15 Settembre 2021

https://www.flaviociucani.it/


Adjuntos:


-18-01-11 La Segunda Venida del Cristo

https://www.thebongiovannifamily.com/mensajes-2011/3100-la-segunda-venida-de-cristo.html


-18-05-21 El Precursor y los testigos del Regreso

https://www.thebongiovannifamily.com/cronicas-de-las-arcas-2021/9581-el-precursor-y-los-testigos-del-regreso.html


-27-06-20 Las Bodas de Cana: La madre y el esposo

https://www.thebongiovannifamily.com/cronicas-de-las-arcas-2020/9115-las-bodas-de-cana-la-madre-y-el-esposo.html


-11-04-20 Teología profética

https://www.thebongiovannifamily.com/cronicas-de-las-arcas-2020/9008-teologia-profetica.html


-26-04-20 El rol de las apariciones Marianas

https://www.thebongiovannifamily.com/cronicas-de-las-arcas-2020/8989-el-rol-de-las-apariciones-marianas.html

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