HE ESCRITO EL 18 DE JUNIO DE 2020:
¡LEED ESTA NOTICIA Y DESPUÉS DECIDNOS SI ESTÁBAMOS LOCOS O “ALGUNO” NOS HABÍA DICHO LA VERDAD SOBRE LA TRAGEDIA DE USTICA Y SUS MÁRTIRES!
LEED ATENTAMENTE.
EN FE
G. B.
PLANETA TIERRA
18 de Junio 2020
Después de 40 años del desastre de Ustica, ha sido recuperado un audio inédito de la caja negra
Hasta ahora se había podido escuchar sólo un 'Gua', un fragmento de una palabra, que podía ser 'Mira', pronunciada por uno de los dos pilotos y grabada en la última parte de la cinta en la caja negra del Dc9 Itavia, precipitado a tierra el 27 de junio de 1980, mientras viajaba desde Boloña a Palermo con 81 personas a bordo.
Los técnicos de RaiNews24 han limpiado ese audio, guardado en el sitio stragi80.it, y han descubierto que, en realidad, la palabra pronunciada es "Mira ¿qué es"?.
Articulo completo:
https://www.ilsicilia.it/strage-di-ustica-la-scoperta-shock-dopo-40-anni-recuperato-audio-inedito-dalla-scatola-nera/
- 29-04-20 La visita extraterrestre
https://www.thebongiovannifamily.com/mensajes-2020/9033-la-visita-extraterrestre.html
DEL CIELO A LA TIERRA
DESASTRE DE USTICA: LA OTRA VERDAD
HE ESCRITO EL 22 DE JULIO DE 2016:
Palermo (Italia)
22 de Julio de 2016
17:15 hs.
LA DESGRACIA AÉREA DEL DC-9 EN EL CIELO DE USTICA:
UN ENÉSIMO ACCIDENTE “ANÓMALO” OCURRIDO EN EL “TRIÁNGULO MALDITO” DEL MAR TIRRENO
Por Umberto Telarico
Un caso sin resolver
El siguiente artículo es solo un pequeño resumen del detallado y voluminoso Dossier elaborado por el investigador italiano Umberto Telarico, cuya versión integral de próxima publicación, inherente a los acontecimientos y a los numerosos detrás de escena que se plantearon alrededor del desastre aéreo de Ustica ocurrido en Junio de 1980. A pesar de que hayan pasado 18 años del desastre, el estudio, redactado contemporaneamente con el hecho en cuestión, ha llegado a obtener nuevas confirmaciones, por más que el investigador no haya tenido ninguna relación con los ambientes militares o gubernamentales. Sin embargo, solo en base a sus datos, al background ufológico del investigador y estudioso y, sobre todo, en base a su sentido común logró llegar muy cerca de la efectiva reconstrucción de los hechos. Hechos que con el paso de los años han sido sistematicamente corroborados aunque no haya logrado confirmar, o desarrollar por completo su tesis.
De todos modos el objetivo del presente artículo y del estudio detallado es el de plantear cómo, en el mecanismo de los acontecimientos que llevaron a la destrucción del jet DC-9 del ITAVIA, en el cielo de Ustica, se inserta perfectamente en la hipótesis de que la causa que procovó el trágico acontecimiento puede haber sido la presencia de uno, o más, OVNIs, presentes en la ruta del transporte civil en cuestión.
Descripción del hecho en cuestión
El 28 de Junio de 1980, aproximadamente a las 20:00 hs., partió de Bologna el DC-9 IH 780 de la compañía ITAVIA, con destino a Palermo. El vuelo llevaba dos horas de atraso con respecto al horario de partida previsto. Al mando del vuelo civil estaba el piloto Domenico Gatti, de 44 años de edad, y contaba con 7.225 horas de vuelo. A las 20:50 hs. se registró el útlimo contacto de radio entre el velívolo y la torre de control del aeropuerto de Roma (Ciampino). En dicha oportunidad el comandante, a causa de los vientos en contra, solicitó al control la posibilidad de bajar altura, pasando de los 11.000 metros de altitud a los 8.000. El DC-9 acababa de superar la isla de Ponza. No se registran comunicaciones de averías, o de dificultades técnicas, nadie lanzó el S.O.S.. El avión jamás llegó a Palermo. Inicialmente la comisión de investigación planteó varias hipótesis sobre las posibles causas del desastre de Ustica, entre ellas se encontraban contempladas: la del desprendimiento estructural de una parte del avión, la de la explosión a bordo de una bomba (acto terrorista), la de la colisión con un meteorito, la de la colisión con un avión militar y la de la colisión con un avión-blanco, o un misil, que quedaron fuera de control de los radares.
Crítica a las hipótesis concluyentes formuladas por los Jueces instructores sobre las causas del accidente aéreo ocurrido en el cielo de Ustica
Las hipótesis concluyentes formuladas por los Jueces instructores sobre las causas del desastre de Ustica no han podido ser cotejadas con los elementos con los que se cuenta actualmente, los principales motivos que llevan a afirmarlo son los siguientes:
El objetivo del ataque es un pequeño velívolo a escala, sin piloto, lanzado desde un avión en vuelo y manejado a control remoto desde un avión en vuelo, o desde una unidad naval. En el caso que dicho avión-blanco se hubiera acercado a la ruta aérea civil denominada “Ambra 13” y por lo tanto al jet de la ITAVIA, el encargado de su control lo habría visto inmediatamente en la pantalla del radar y, por consiguiente, habría modificado su ruta y si las circunstancias lo hubieran requerido habría adverdito del peligoro al piloto del avión civil. Si luego, por causas técnicas, el avión-blanco no hubiera respondido a la modificación de ruta, el encargado de su control habría podido enviar al mecanismo una señal de radio para su autodestrucción en vuelo. Ahora, sólo admitiendo que la radio del blanco se hubiera roto al igual que el mecanismo para la autodestrucción, que por una “fatal coincidencia” el pequeño velívolo hubiera invadido la ruta del DC-9 y lo hubiera tocado, que nadie hubiera advertido de ello al piloto del jet militar en ejercicio y, finalmente que este último no se hubiera dado cuenta de que se encontraba en proximidades de la ruta aérea civil, y que en su pantalla tenía dos señales, de las cuales una era de dimensiones muy superiores con respecto a las de un objetivo de prueba, si llegáramos a admitir estas circunstancias, la hipótesis planteada por los Jueces instructores podría ser aceptable. De todos modos, por más que admitiéramos que ha ocurrido toda esa serie de “coincidencias”, lo que estadisticamente es algo más que absurdo, quedarían por aclarar los siguientes interrogantes:
1. Si el recorrido descripto en el radar-Roma, correspondiente a una velocidad de aproximadamente 1.250 km/h, indica un misil interceptador, lanzado por el hipotético jet militar y que había transitado, sin explotar aún, entre los 5 y los 11 km, desde la proa del DC-9 ¿qué pudo haber determinado la explosión del avión civil?
2. Si, en cambio, el dato del radar que indica una velocidad de 1.250 km/h representa a un avión caza militar en una acción de interceptación ¿dónde está la señal perteneciente al misil dirigido en contra del velívolo civil?
3. Según un comunicado emitido por la Aeronáutica Militar Italiana (1ºcan. Tv, noticiero de la edición de las 20:00 hs, del 17 de Diciembre de 1980) si el rastro, correspondiente a una velocidad aproximada de 1.250 km/h hubiera sido el de un misil, en esta pantalla de radar se habría tenido que ver, necesariamente, también el recorrido perteneciente al velívolo del cual habría partido. Además – sigue diciendo el comunicado – en lo que respecta a la base aérea militar de Perdasdefogu (Cerdeña) en el momento del desastre no realizaba ninguna actividad, ni se encontraban volando otros aviones caza italianos. Por lo tanto – concluye el comunicado – en el momento que se llegara a comprobar la hipótesis del misil, eso implicaría que éste habría podido se lanzado únicamente desde una unidad naval con el preciso objetivo de derribar al avión civil, ya que dicho tipo de proyectil necesita ser dirigido hacia el blanco desde el radar de a bordo del mismo barco. ¿Por qué los Jueces instructores no se han expresado sobre la veracidad, o no, de las afirmaciones presentes en el antes mencionado comunicado militar?
4. Si el recorrido registrado en el radar, correspondiente a una velocidad de aproximadamente 1.250 k/h, pertenece a un avión caza militar en ejercicio, lo que queda por explicar es por qué el piloto habría efectuado una maniobra de interceptación equivodada, acercándose al blanco con un ángulo de alrededor de 90º, mientras que la maniobra correcta, para que el misil no se perdiera en el vacío, tendría que haber sido aquella capaz de lanzar dicho proyectil en ruta de colisión con el blanco, o al máximo con un pequeño ángulo agudo con respecto a éstos. Entonces eso signifiva que el avión caza en cuestión, ya sea que estuviera armado con misiles buscadores, o que contara con misiles a control remoto guiados desde el radar a bordo de los mismos, habría tenido, en ambos casos, que ejecutar la maniobra de lanzamiento de uno de sus misiles manteniéndose en la cola del avión al que había que atacar, pero nunca desde un ángulo de 90º, como en cambio se interpreta del misterioso rastro del radar-Roma. Un rastro que a esta altura llamaremos OVNI, es decir Objeto Volador No Identificado. Al respecto los Jueces instructores han afirmado que los exámente efectuados sobre los registros del radar a disposición de Entes calificados como la agencia norteamericana N.T.S.B. (National Transport Safety Board) y de la McDonnell Douglas (Sociedad constructora del DC-9), habrían identificado, en el dato registrado, un avión caza durante la típica maniobra de ataque. En realidad eso es falso ya que un año más tarde, exactamente el 19/08/1981, el choque entre aviones caza norteamericanos y libios en los cielos del Golfo de Sirte, durante un ejercicio militar norteamericano, demostró que la maniobra típica de ataque de un avión caza interceptador es completamente diferente de la efectuada por el objeto misterioso que se vio en los registros de radar correspondientes al caso Ustica. De hecho, según lo ilustrado por los mismos pilotos norteamericanos involucrados en la colisión aérea, en una conferencia de prensa pública que tuvo lugar sobre el portaviones USS Nimitz anclado en el puerto de Nápoles, se reveló que mientras el misil lanzado por el avión caza libio erró el blanco ya que había sido lanzado desde una posición casi frontal con respecto a los interceptores norteamericanos, los misiles de estos últimos dieron con el blanco, representado por dos aviones caza libios, porque habían sido lanzados después de que los aviones caza norteamericanos se habían ubicado detrás de los Su-22 alineados con el sol para encandilar a sus adversarios, habían sido lanzados de una posición tal que fue muy simple para los misiles con sensores infrarrojos norteamericanos seguir e impactar en sus blancos. Un nuevo aval al hecho de que el supuesto avión caza agresor de Ustica no realizó una maniobra de ataque correcta en contra del DC-9, opuestamente a lo que se suele afirmar en los ambientes oficiales, todo viene de aquel trágico caso del derribamiento de un Boeing 747 surcoreano por parte de un avión caza interceptador soviético SU-15, ocurrido al Oeste de la isla de Sakhalin (URSS) el 31/08/1983. Efectivamente, también en esta oportunidad, como se ha logrado descubrir gracias a las grabaciones de las conversaciones entre los pilotos de los aviones soviéticos y su base en tierra, el avión caza soviético se ubicó en la cola del Jumbo de la Kal antes de lanzarle en su contra sus misiles aire-aire infrarrojos, los cuales contaban con un rayo de acción de 10 km. En lo que respecta a la distancia entre el OVNI y el DC-9 ITAVIA, este último era claramente visible e identificable (como velívolo civil) por parte de su agresor, desde su primera aparición en el radar que lo ubicaba entre las 3,7 y las 7,6 millas naúticas del DC-9 (entre los kilómetros 6.859 y 14.090). De hecho, en el caso de la colisión sobre el golfo de Sirte entre los aviones norteamericanos y los libios los primeros identificaron visualmente a los segundos incluso cuando se encontraban a 8 millas naúticas de distancia, es decir a 14.832 km. Eso significa que en el caso de que el Objeto Volador No Identificado del caso Ustica (cualquiera haya sido su naturaleza) haya sido el responsable directo de la destrucción del velívolo civil, su acción habría sido premeditada y voluntaria, no un “accidente” como, en cambio, afirman las autoridades oficiales. Además se afirma que las condiciones meteorológicas y de visibilidad eran óptimas en ambos casos antes mencionados. Un nuevo enigma está representado por el hecho de que en el caso de que el Objeto desconocido registrado en los radares civiles y militares en tierra hubiera sido un avión interceptador éste tendría que haber sido claramente identificado por el radar de a bordo del DC-9, en este caso, dada además la escasa distancia que lo separaba del velívolo civil, el piloto del jet en cuestión habría solicitado inmediatamente su identificación al centro de asistencia, o aeropuerto, más cercanos, en cambio ningún aviso al respecto ha sido realizado por los pilotos del DC-9; ¿o quizás, simplemente, jamás fue admitida oficialmente? Los Jueces instructores parecen ignorar todo esto: ¿una grave incompetencia o una negligencia intencional?
5. Según lo publicado por el periódico “Il Corriere della Sera” (medio de prensa poco propenso a la publicación de noticias no controladas) en su edición del 10 de Agosto de 1980, se afirmaba que en los radares aparecían, especificamente, al menos dos rastros “espurios”, es decir, no adjudicables al DC-9, ubicados uno a la derecha y otro a la izquierda del bimotor ITAVIA; dichos registros fueron avistados por el radar tanto antes como después de la explosión del velívolo civil. Si dichos rastros pertenecieran a pedazos del DC-9 que ya había explotado, su distancia en el gráfico daría que pensar que habían sido “disparados” a miles de km/h, algo improbable, por no decir imposible. En cambio estos recorridos podrían pertenecer a dos aeromóviles con una velocidad comprendida entre los 800 y los 950 km/h. La presencia de estos rastros “espurios” en el radar-Roma fue tan sorprendente que en los meses sucesivos habría tenido que dar inicio a un control cruzado, con aparatos sofisticados, realizado en agencias norteamericanas como la Federal Aviation Administration (F.A.A.), la National Transport Safety Board (N.T.S.B.) y la misma McDonnell Douglas, respectivamente organismos gubernamentales estadounidenses y la casa constructora del DC-9. El resultado de dichos controles sobre los registros de lor radares se filtró algunos meses más tarde. Al respecto el renombrado medio de prensa: “Washington Post”, en su edición del 18 de Diciembre de 1980 (como publicado por el periódico “Il Giornale d’Italia” edición del 19 de Diciembre de 1980), en un servicio sobre el avance en las investigaciones del caso del DC-9 caído en el Mar Tirreno, se afirmaba que “lo que hizo crecer el misterio fueron las noticias difundidas en Washington sobre la presencia de una señal inexplicable en los registros de los controles de radar de los aparatos de control de la ITAVIA”. “Expertos norteamericanos que por pedido del Gobierno italiano comenzaron a investigar – se afirma además en el periódico estadounidense – han dicho que las señales explican con poca certeza, si bien indican que efectivamente había algo en el cielo, cerca del avión, instantes antes de que el avión cayera al mar”. A esta altura el periódico realiza un análisis de las diferentes hipótesis planteadas al respecto en Italia. Por ejemplo parecería ser que, si se toma en cuenta la opinión de algunos expertos, pocos minutos antes del desastre, frente al DC-9 ITAVIA, como se observa en los registros del radar, habría pasado un avión, quizás militar. De todos modos entre ambos velívolos no habría habido ninguna colisión. Inmediatamente después habría ocurrido la explosión en vuelo del DC-9 ITAVIA. Una vez que el periódico analizó estas hipótesis publicó las conclusiones a las que llegó, luego de amplios estudios realizados sobre los registros de los radares, el “Consejo Nacional de Seguridad de Transporte” (N.T.S.B.). Según los expertos del N.T.S.B. algún objeto, diferente al DC-9 ITAVIA, se encontraba en las cercanías del velívolo ciril justo antes de que éste desapareceira de las pantallas de los radares. “Había algo allí que no tendría que haber estado - según dijeron fuentes del N.T.S.B. -. En el radar aparece un objeto que, venía de atrás del DC-9, que luego terminó pasando a través de los fragmentos del velívolo ITAVIA que acababa de explotar. Pero sería una simple conjetura interpretar a dicho objeto como un proyectil o un misil. Además - sigue diciendo el “Washington Post” - no hay ningún indicio para afirmar que el objeto en cuestión se encontrara en un recorrido de vuelo para interceptar el avión civil. Este sería un esquema que se podría aceptar si se hubiera tratado de un misil”. En resumen, según el Consejo Nacional de Seguridad de Transporte, cerca del DC-9 ITAVIA, poco antes del desastre, se encontraba un “objeto”. Pero no se trataba de un misil. Además la trayectoria de este “objeto”, sea cual sea su tipo, no coincidía ni interceptaba el del DC-9 ITAVIA. Repitiendo el modo de actuar de los organismos oficiales estadounidenses, en otros casos similares, incómodos, en circunstancias parecidas, las declaraciones realizadas por parte del N.T.S.B. Parecerían decir, entre líneas: “Estos son los hechos, el que quiera entender que entienda, nosotros no podemos ser más explícitos”. A esta altura surge espontanea la pregunta: ¿cuáles han sido los motivos que han llevado a los Jueces instructores italianos a no tomar en cuenta en absoluto, en su informe final, las conclusiones a las que llegaron los entes gubernamentales norteamericanos como el N.T.S.B., la F.A.A. y la McDonnell Douglas? ¿Por qué nuestros Jueces instructores han negado las afirmaciones realizadas antes de que se realizaran los análisis en cuestión, en los que se declaraba que se le daría mucha importancia a las conclusiones a las que eventualmente llegarían los expertos de los entes de investigación norteamericanos?
6. El hecho de que los fragmentos del DC-9 hayan caído en dirección Este, asimétricamente, por lo tanto con el eje de dirección del velívolo orientado hacia el Sur, los investigadores italianos consideraron como un nuevo indicio a favor de la hipótesis que sostiene que el avión civil fue atacado por un misil proveniente del Oeste. En cambio la realidad es que dicho “indicio” podría llegar a tener una explicación muy simple y... natural. De hecho como reveló el Ing. Lotti (Director del Registro Aeronáutico Italiano), en un artículo publicado en el periódico “Il Giornale” del 18 de Diciembre de 1980, el avión civil, con destino a Palermo, había sido embestido, en su lado derecho, por un vidrio de una fuerza notable proveniente del Oeste, cuya velocidad fue calculada y rondaría los 200 km/h. Eso significa que la asimetría que se verificó en la dirección de caída de los fragmentos del DC-9, no necesariamente tendría que haber sido fruto de la explosión de un misil ocurrida en el lado derecho del velívolo ITAVIA, sino que dicha desviación vectorial de los fragmentos podría tranquilamente haber sido causada por la fuerza de choque del viento sobre sus superficies.
7. Si un misil hubiera explotado en contra del DC-9, a causa de la gran fuerza de choque producida por la misma y a causa de la descompresión explosiva que por consiguiente habría destruido todo el fuselaje del jet ITAVIA, se habrían tenido que producir laceraciones y mutilaciones evidentes en todos los cuerpos de las víctimas, además, el avión se habría tenido que destruir en una multitud de fragmentos de diferentes dimensiones. Finalmente no hay que olvidar que dada la altitud del transporte civil, aproximadamente 8.000 metros y la alta velocidad del viento, que fue calculada de alrededor de 200 km/h, los cuerpos y los fragmentos del velívolo se habrían tenido que esparcir en una superficie marina de grandes proporciones. Pero la realidad de los hechos se presenta con características netamente diferentes a las antes mencionadas, es decir:
El estado de los cuerpos, correspondientes a las víctimas, en su mayoría era casi íntegro, mientras que solo algunas partes de los mismos presentaban mutilaciones de distinto tipo y gravedad. Los exámenes realizados por los especialistas del Instituto de Medicina Legal de Palermo en la etapa de autopsia de los 42 restos recuperados revelan todo tipo de lesiones provocadas por haberse precipitado y por rotura. Casi todos los cuerpos se encontraban desnudos, o semi desnudos, un típico efecto de una violenta descompresión así como lo demuestra también la laceración del tímpano derecho, comprobada en todas las víctimas. En lo que respecta a los cuerpos mutilados advierte el Profesor Antonio Caruso, “hay que tener presente que el impacto con el agua tiene que haber sido tremendo. Suponiendo que dichos cuerpos hayan saltado del velívolo en el momento de la repentina descompresión, se precipitaron desde una altitud que rondaba entre los 7.000 y los 8.000 metros. Para un cuerpo que cae de dicha altura el agua se convierte en una barrera de hormigón armado. Los restos humanos que fueron encontrados íntegros en cambio habrían quedado atrapados adentro de la carlinga durante, después, y en el instante inmediato de la caída, lo que habría amortizado el choque con el mar”. El hecho de que un grupo de aproximadamente veinte víctimas fatales y otros vestigios (como partes de las butacas, chalecos salvavidas, periódicos, etc.) hayan sido encontrados a poca distancia unos de otros en una restringida área de mar, lleva a concluir que el jet ITAVIA explotó a poca distancia de la superficie marina, o al violento impacto con la misma. Quienes estaban a bordo del barco de investigaciones del C.N.R. “Bannock”, tienen la misma opinión al respecto, ellos ayudaron a recuperar cadáveres y los restos del avión precipitado, entre ellos se encuentra el Dr. Paolo Colantoni, investigador geólogo que, junto a Pietro Zucchini, bajó al agua para embragar el cono de la cola del jet ITAVIA (como se explica en el periódico “Il Mattino” en su edición del 30/06/1980). Efectivamente, si llegáramos a admitir dicha hipótesis, se puede explicar cómo, alrededor de la mitad de los cuerpos de la tripulación del DC-9 no fueron recuperados ya que habrían quedado atrapados en esa parte del fuselaje del velívolo que se perdió en las profundidades del Tirreno. El hecho de que los otros fragmentos y cadáveres hayan sido encontrados, o se hayan perdido en áreas lejanas al lugar de los descubrimientos anteriores, habría que atribuírselo a las corrientes marinas y a la acción del viento que manda a la deriva todos los vestigios. Además hay que recordar que en la noche del desastre el mar Tirreno había una marejada con olas y de una fuerza equivalente a 7, recién a la mañana siguiente el nivel de las olas bajó a 4. Según todos estos elementos queda claro que los investigadores han ignorado sistematicamente tanto las opiniones de quienes fueron hasta el lugar de la tragedia, como las declaraciones que tenían el “defecto” de no apoyar la hipótesis del misil, o de la explosión a bordo del DC-9 ITAVIA: ¿Por qué?...
8. Los prejuicios de los investigadores italianos son, por decir poco, enormes si se considera que ignoraron por completo el testimonio del matrimonio Maffini relativas a la observación de un Objeto Volador desconocido poco después de las 21:00 hs. Del 27/06/1980, desde un campamento ubicado en la localidad de Praia a Mare, en la costa calabresa (publicada en la edición Nº 41 del periódico “Oggi” del 08/10/1980). ¡Si, a todo lo dicho hasta ahora, se le agrega el “detalle” según el cual dos días antes del accidente los operadores de los radares habrían señalado, en la misma zona, la presencia de aeroplanos no identificados, como dice el periódico “Roma” del 07/07/1980, claramente se puede llegar a la conclusión de que la “miopia” que padecen nuestros Jueces instructores es tan grande que se los puede llamar completamente ciegos! Ahora ¿por qué en las investigaciones que ellos han llevado a cabo se ha utilizado un criterio de prejuicio y selectividad, sino para ocultar las verdaderas causas del desastre de Ustica?
SECRETO DE... ESTADOS
Giorgio Bongiovanni
Tenía apenas 17 años cuando, la noche del 27 de Junio de 1980, en el noticiero anunciaron que el DC-9 del ITAVIA 1H780 había explotado en vuelo y que todos los pasajeros, incluida la tripulación, habían perdido la vida. Quedé atónito, además porque las hipótesis planteadas no parecían ser creíbles, hoy como ayer. En esos años solía frecuentar la casa de Eugenio Siragusa porque siempre me había sentido atraído por la vida en el cosmos. El conocido contactado italiano posteriormente se convertiría en mi padre espiritual y fue el primero en dar una explicación sorprendente que hoy, a la luz de las investigaciones realizadas por muchos personajes competentes en la materia, parecería ser plausible.
En base a un mensaje de 1963, en el cual los seres extraterrestres le explicaban al contactado cuáles eran sus modalidades de transporte y los peligros que nuestros aeroplanos podrían llegar a correr si se encontraran demasiado cerca de la estela magnética de sus trazadores, Eugenio envió una carta al Funcionario Falco Accame en la que le explicaba que un Objeto Volador No Identificado estaba involucrado en el accidente de Ustica. Posteriormente adjuntó la reconstrucción de lo ocurrido según los datos ofrecidos por los periódicos de la época y sus informaciones personales:
“Querido señor Siragusa, le agradezco mucho por su cortés envío del material. Sigo siempre el tema, por lo tanto le agradecería si quisiera seguirme manteniendo al tanto” - fue la respuesta del Accame a Siragusa.
Esta teoría que en aquel momento parecía absurda hoy en día la sostienen y apoyan muchos estudiosos.
Por tal motivo hemos decidido publicar en la revista “Terzo Millennio” las meticulosas y detalladas investigaciones de algunos colaboradores, lamentablemente por razones de espacio hemos tenido que resumir sus informes, que por ser tan minuciosos habríamos tenido que hacer un libro.
Podéis leer el informe del coronel de la Aeronáutica militar Roberto Doz, ya retirado, del ingeniero Bruno Resta, quienes se toparon con el problema ufológico luego de haber tenido un avistamiento, del ufólgo investigador Umberto Telarico, el repentino testimonio de un agente de los Servicios Secretos italianos, o supuestamente tal y la respetable opinión de Robert O. Dean, ex agente de los Servicios Secretos de la OTAN en Europa.
Personalmente, junto a los redactores y a toda la redacción, asumo mi responsabilidad de lo escrito y considero que corresponde con la verdad.
Para concluir quisiera expresar mi más sincera solidaridad hacia los familiares de las víctimas que después de 18 años aún no saben la real versión de los hechos, quisiera decirles que nosotros creemos en un mundo espiritual y por lo tanto la vida es eterna. Si finalmente la verdad llegara a salir a la luz el sacrificio de sus afectos no habrá sido en vano. Si se tomara conciencia de la existencia de seres extraterrestres que, a bordo de sus astronaves, llegan hasta nosotros, se podrían llegar a evitar accidentes como este, atribuíbles principalmente a la desinformación.
Lo nuestro quiere ser un aporte a la revelación de la verdad, por lo tanto os invitamos a leer atentamente las siguientes páginas.
Dossier Ustica:
- Un caso irrisolto (Umberto Telarico)
http://digilander.iol.it/nonsiamosoli/terzomillennio/tm079836.html
- E se Galilei… (Bruno Resta)
http://digilander.iol.it/nonsiamosoli/terzomillennio/tm079834.html
- Segreto di Stati (Giorgio Bongiovanni)
http://digilander.iol.it/nonsiamosoli/terzomillennio/tm079834.html
- Incidente non identificato (Roberto Doz)
http://digilander.iol.it/nonsiamosoli/terzomillennio/tm079831.html
- The X File
http://digilander.iol.it/nonsiamosoli/terzomillennio/tm079853.html
Mensaje adjunto:
- 21-12-20 Ovni: La visita extraterrestre
https://www.thebongiovannifamily.com/mensajes-2017/8123-ovni-la-visita-extraterrestre.html
- 18-6-63 Advertencia de los pilotos extraterrestres a los pilotos civiles y militares de todas las naciones de la Tierra (Eugenio Siragusa)
http://www.unpuntoenelinfinito.com/messaggi-celesti/especiales-sp-2060261662/7425-advertencia-de-los-pilotos-extraterrestres-a-los-pilotos-civiles-y-militares-de-todas-las-naciones-de-la-tierra.html
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