
Es importante tener presente el acontecimiento único que sucedió hace aproximadamente 2000 años; el sufrimiento y la cruzificcion del maestro Jesús, un acto de amor puro y desarraigado hacia nosotros para brindarnos la salvación.
A continuación, el doloroso sufrimiento físico que ha padecido el ser mas grande que ha transitado en la tierra…
Fisiopatología de la muerte de Jesús
HUERTO DE LOS OLIVOS. (GETSEMANI)
Los escritores sagrados describen la oración de GETSEMANI con enérgicas expresiones. Lo vivido por
Jesús antes de ser tomado como prisionero, lo refieren como una mezcla indecible de tristeza, de espanto,
de tedio y de flaqueza. Esto expresa una pena moral que ha llegado al mayor grado de su intensidad.
Fue tal el grado de sufrimiento moral, que presentó como manifestación somática, física; sudor de sangre
(hematihidrosis o hemohidrosis). “sudor de sangre, que le cubrió todo el cuerpo y corrió en gruesas gotas
hasta la tierra”. (Lc 22, 43).
Caso no usual en la práctica médica. De presentarse está asociado a desordenes sanguíneos.
Fisiológicamente es debida a congestión vascular capilar y hemorragias en las glándulas sudoriparas. La
piel se vuelve frágil y tierna.
Después de esta primera situación ocasionada por la angustia intensa. Es sometido a un ayuno que durara
toda la noche durante el juicio, y persistirá hasta su crucifixión.
FLAGELACIÓN

descargar sobre esta los golpes, nada perdiesen de su fuerza y golpeaban, sin compasión, sin misericordia alguna.
El instrumento usual era un azote corto ,Las cuerdas de cuero con los huesos de oveja, desgarraban la piel y el tejido celular subcutáneo.
Al continuar los azotes, las laceraciones cortaban hasta los músculos, produciendo tiras sangrientas de carne desgarrada. Se creaban las condiciones para producir pérdida importante de líquidos (sangre y plasma). Hay que tener en cuenta que la hematidrosis había dejado la piel muy sensible en Jesús.

Le fue colocada una túnica sobre sus hombros (un viejo manto de soldado, que figuraba la púrpura de que se revestían los reyes, "clámide escarlata"), y una caña, parecida al junco de Chipre y de España como cetro en su mano derecha.
Se obligo a Jesús, como era la costumbre a cargar la cruz; desde el poste de flagelación al lugar de la crucifixión. La cruz pesaba más de 300 libras (136 kilos) sólo llevo el patíbulo que pesaba entre 75 y 125
libras. Fue colocado sobre su nuca y se balanceaba sobre sus dos hombros.
Con agotamiento extremo y debilitado, tuvo que caminar un poco mas de medio kilómetro (entre 600 a
650 metros) para llegar al lugar del suplicio.
Antes de comenzar el suplicio de la crucifixión, era costumbre dar una bebida narcótica (vino, con mirra,

Con los brazos extendidos, pero no tensos, las muñecas eran clavadas en el patíbulo. De esta forma, los clavos de un centímetro de diámetro en su cabeza y de 13 a 18 centímetros de largo, eran probablemente
puestos entre el radio y los metacarpianos, o entre las dos hileras de huesos carpíanos, ya sea cerca o a través del fuerte flexor retinaculum y los varios ligamentos intercarpales. En estos lugares aseguraban el cuerpo.

La posibilidad de una herida periosea dolorosa fue grande, al igual que la lesión de vasos arteriales tributarios de la arteria radial o cubital. El clavo penetrado destruía el nervio sensorial motor, o bien comprometía el nervio mediano, radial o el nervio cubital. La afección de cualquiera de estos nervios produjo tremendas descargas de dolor en ambos brazos. El empalamiento de varios ligamentos provoco fuerte contracciones en la mano.
Los pies eran fijados al frente del estípete por medio de un clavo de hierro, clavado a través del primero o segundo espacio intermetatarsiano. El nervio profundo peroneo y ramificaciones de los nervios medianos y laterales de la planta del pie fueron heridos.

No han faltado quienes dijesen que los pies del salvador no fueron clavados, sino simplemente sujetos a la cruz con cuerdas; pero tal hipótesis tiene en contra, tanto el testimonio unánime de la tradición , que ve en el crucificado Jesús el cumplimiento de aquel, celebre vaticinio: "han taladrado mis manos y mis pies" (sal 21); como en los mismos evangelios, pues leemos en San Lucas (Lc 24, 39-40) “ved mis manos y mis pies; yo mismo soy; palpad y ved..Y, dicho esto, les mostró las manos y los pies”.
En la muerte de Jesús varios factores pudieron contribuir. Es importante tener en cuenta que fue una
persona politraumatizada y policontundida; desde el mismo momento de la flagelación, hasta su
crucifixión.
Era costumbre de los romanos que los cuerpos de los crucificados permaneciesen largas horas pendientes
de la cruz; a veces hasta que entraban en putrefacción o las fieras y las aves de rapiña los devoraban.
Por lo tanto antes que Jesús muriese, los príncipes de los sacerdotes y sus colegas del Sanedrín pidieron a
Pilato que, según la costumbre romana, mandase rematar a los ajusticiados, haciendo que se le quebrasen
las piernas a golpes. Esta bárbara operación se llamaba en latín crurifragium (Jn 20, 27).
Las piernas de los ladrones fueron quebradas, más al llegar a Jesús y observar que ya estaba muerto,
renunciaron a golpearle; pero uno de los soldados para mayor seguridad quiso darle lo que se llamaba
el “golpe de gracia” y le traspaso el pecho con una lanza.
En esta sangre y en esa agua que salieron del costado, los médicos han concluido que el pericardio,
(saco membranoso que envuelve el corazón), debió ser alcanzado por la lanza, o que se pudo ocasionar
perforación del ventrículo derecho o tal vez había un hemopericardio postraumático, o representaba fluido
de pleura y pericardio, de donde habría procedido la efusión de sangre.
Con este análisis que si bien es conjetura, nos acercamos más a la causa real de su muerte.
Para terminar este esquema clínico-patológico sobre el fallecimiento de Cristo, entre los aspectos
médicos de su agonía y muerte no pueden descartarse el estado de ánimo deprimido, la ansiedad y la
angustia que una personalidad tan exquisita como la de Jesús debe haber sufrido al sentirse perseguido,
calumniado, insultado, vejado, ultrajado, humillado, traicionado, vendido y hasta negado.
2 comentarios:
por Dios Señor Bendito...cómo soportó tanto?, valió la pena ? masacrar así su cuerpo santo y bendito !!!! para qué??? para que su mensaje de amor sólo fuera entendido por unos cuantos enamorados de usted ♥♥♥
No me asombraría si hoy en día algo así volviera a suceder,a pesar de que ya pasaron mas de 2000 años,la humanidad mucho no ha cambiado en cuanto a crueldad,si no que se ha vuelto cada vez mas creativa para utilizar la maldad y dañarse así misma.Vemos como diariamente se masacran personas como si la vida no valiese nada.Amado Maestro,imploramos tu retorno para que con tu espada de la justicia des a cada uno lo que se merece y renazca una nueva humanidad de Luz.Amén.
Publicar un comentario