26 agosto, 2016

.::EL APOCALÍPSIS ESTÁ EN CURSO::.

Cuadro
de Bruce
Pennington:
 Alfa y Omega:
El Cristo del Apocalípsis
DEL CIELO A LA TIERRA 

HE ESCRITO EL 25 DE AGOSTO DE 2016:

UN QUERIDO, SABIO Y CULTO HERMANO DEL ANTIGUO TIEMPO, FLAVIO CIUCANI, ME HA ESCRITO Y PUBLICO, CON ESPÍRITU DE SERVICIO, SUS INSPIRACIONES TEOLÓGICAS QUE COMPARTO.
EL APOCALÍPSIS ESTÁ EN CURSO, LO HEMOS DICHO Y REPETIDO GRACIAS A LOS MÚLTIPLES MENSAJES RECIBIDOS DE LOS ÁNGELES MENSAJEROS DE CRISTO. TAMBIÉN LLEGA EL TIEMPO DE LEER Y COMPRENDER EL QUINTO EVANGELIO: EL LIBRO DEL APOCALÍPSIS ESCRITO POR JUAN EL APÓSTOL POR VOLUNTAD DE CRISTO.
¡EL TIEMPO HA LLEGADO!
¡LEED, MEDITAD Y DEDUCID!
EN FE 
San Giovanni Di Polcenigo (Italia) 
25 de Agosto de 2016 
Giorgio Bongiovanni. 

 DEL CIELO A LA TIERRA 

EL QUINTO EVANGELIO: EL APOCALÍPSIS DE JUAN.
LAS PROFECÍAS DEL PADRE ADONAY A TRAVÉS DEL APÓSTOL JUAN. EN LAS VISIONES PROFÉTICAS ADJUNTAS LEEREÍS LOS ACONTECIMIENTOS QUE ESTÁN EN CURSO Y LO QUE TIENE QUE OCURRIR EN EL PLANETA TIERRA EN EL PRÓXIMO FUTURO.
LAS PROMESAS SERÁN MANTENIDAS Y EL REINO DE DIOS SERÁ ESTABLECIDO EN VUESTRO MUNDO GRACIAS A LA SEGUNDA VENIDA DE JESÚS CRISTO EL MESÍAS, HIJO DE DIOS.
AQUELLOS QUE TIENEN ABIERTO EL TERCER OJO SERÁN INTÉRPRETES IDEALES DE LOS SÍMBOLOS Y DE LAS VISIONES DEL APÓSTOL PREDILECTO RECIBIDOS EN PATMOS. NOSOTROS, EN SÍNTESIS, PODEMOS CONFIRMAR CON ABSOLUTA CERTEZA QUE EL APOCALÍPSIS DE JUAN ANUNCIA EL JUICIO DE DIOS, LA SEGUNDA MUERTE PARA LOS PERVERSOS, LAS ACCIONES DE LOS 4 JINETES (AGUA, AIRE, TIERRA Y FUEGO), EL TRASTORNO DEL MUNDO, LA VENIDA DEL ANTICRISTO, LA OBRA DE LOS DOS TESTIGOS, EL CONTACTO ENTRE LOS SERES CÓSMICOS Y LOS HOMBRES DE LA TIERRA Y FINALMENTE EL DESCENSO A LA TIERRA DE LA CELESTE JERUSALÉN CON LA GLORIA DE CRISTO Y DEL PADRE.
¡LEED! MEDITAD Y DEDUCID.
¡PAZ EN LA TIERRA!

 Polcenigo (Pordenone - Italia) 
10 de Junio de 2016 19:40 hs. 
Giorgio Bongiovanni. 

 LAS VISIONES PROFÉTICAS 
(Análisis de la primera parte por Flavio Ciucani) 

 4 - La adoración celestial (Ap. 4)

Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: “Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas”.
Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado.
Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda.
Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas.
Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios.

- Los siete espíritus son aquellos que están ante la presencia de Dios: los Arcángeles que en esta dimensión (historia de la humanidad) obedecen a los Serafines, los únicos que conocemos. 

Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás.

- En el caso de los “cuatro seres” la explicación de las iglesias cristianas (católica y ortodoxa) parecen ser exactas: más allá de la explicación ufológica, aquellos que han dado testimonio con los escritos y con su vida sobre “Aquel que era, que es y que viene” son los evangelistas.

El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando.
Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: “Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir”.
Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: “Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas”.

- Cada mes (lunar) 24 sacerdotes se encontraban presentes en el templo de Jerusalén, uno por día. Doce son los apóstoles según lo que ha sido dicho por el mismo Jesús. (Mateo 19, 27-29). “Y Jesús les dijo: 'En verdad os digo que vosotros que me habéis seguido, en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, os sentaréis también sobre doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. Y todo el que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos o tierras por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna. Pero muchos primeros serán últimos, y los últimos, primeros'.” Los otros doce son aquellos que han imitado a Jesús y que han seguido su enseñanza y la ley de Dios en la forma más perfecta posible (Apocalípsis 1, 5-6) “Al que nos ama y nos libertó de nuestros pecados con su sangre, 6e hizo de nosotros un reino y sacerdotes para su Dios y Padre”.

5 - El rollo y el Cordero (Ap. 5)

Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos.

- Queda claro que el “libro” es el utilizado en aquella época, es decir, es un pergamino, de lo contrario el vidente no habría podido ver que estaba escrito incluso exteriormente. 

Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: “¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos?”
Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo.
Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo.
Y uno de los ancianos me dijo: “No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos”.

- El anciano que se acerca a Juan desconsolado le da a entender a Isaías que habla del Mesías que tiene que venir con las mismas palabras: (Isaías 9, 5-6) “Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado, y la soberanía reposará sobre sus hombros; y se llamará su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz. El aumento de su soberanía y de la paz no tendrán fin sobre el trono de David y sobre su reino, para afianzarlo y sostenerlo con el derecho y la justicia desde entonces y para siempre”. (Isaías 11, 1-2) “Y brotará un retoño del tronco de Isaí, y un vástago de sus raíces dará fruto. 2Y reposará sobre El el Espíritu del Señor, espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor del Señor”. Obviamente se habla de Jesús, el único que estaba en condiciones de entender los secretos del Padre porque solo Él conoce al Padre que es quien le ha dado todo tipo de poder: (Mateo 11:27) “Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni nadie conoce al Padre, sino el Hijo”. E Ángel es Jesús que se ha sacrificado para darle a los hombres la posibilidad de ser redimidos y heredar el nuevo reino. (Juan 1,29) “Al día siguiente vio a Jesús que venía hacia él, y dijo: 'He ahí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo'. (1 Pedro 1, 18-19) “sabiendo que no fuisteis redimidos de vuestra vana manera de vivir heredada de vuestros padres con cosas perecederas como oro o plata, sino con sangre preciosa, como de un cordero sin tacha y sin mancha, la sangre de Cristo”. 

Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.
Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono.
Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos; y cantaban un nuevo cántico, diciendo: “Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra”.

- Las arpas y las copas son las oraciones, los sacrificios y las acciones evangélicas de los elegidos. (Mateo 24, 22) “Y si aquellos días no fueran acortados, nadie se salvaría; pero por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados”. 

Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones, que decían a gran voz: “El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza”.

- Aquel que está sentado en el trono y el Cordero (Adonay y Cristo) están en el “centro” de innumerables mundos y criaturas que han elegido la redención y por lo tanto vivir y poner en practica los valores crísticos. 

Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: “Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos”.
Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos.

6 - Los sellos (Ap. 6)

- Los siete sellos no parecerían ser solo objetos, es decir, una señal de reconocimiento del autor del libro (sigillum es el diminutivo de signum), pero parecerían ser algo vivo porque al romperse el vidente tiene una visión de previsión de lo que está escrito en el rollo, que se conocerá recién en el momento de la rotura de todos los sellos y por lo tanto en la apertura completa del rollo: son el pensamiento, la voluntad de Dios que se está por cumplir. 

Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir como con voz de trueno: “Ven y mira”.

- En este capítulo queda clara la participación de los cuatro Arcángeles, denominados los vengadores de la Tierra, o posteriormente, en época cristiana, los caballeros del Apocalípsis: Ra-Gu-El, “el Viento de Dios, o el Caballero del Viento; U-Ra-El, “el Fuego de Dios”, Sa-Ki-El, “Coraza de Dios, o Caballero del Agua, Sa-Ma-El, “el Castigo de Dios”. 

Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer. Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía: “Ven y mira”.
Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada.
Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: “Ven y mira”. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano.
Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: “Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino”.
Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente, que decía: “Ven y mira”.
Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra.

- Los primeros cuatro sellos representan el cumplimiento de lo dicho por Jesús en el Evangelio de Marcos, Cap. 13, 7-8: “Y cuando oigáis de guerras y de rumores de guerras, no os alarméis; es necesario que todo esto suceda, pero todavía no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en diversos lugares; y habrá hambres. Esto sólo es el comienzo de dolores”. Lo vemos mucho más ampliamente en Lucas, Cap. 21, 9-27: “Y cuando oigáis de guerras y disturbios, no os aterroricéis; porque estas cosas tienen que suceder primero, pero el fin no sucederá inmediatamente. Entonces les dijo: Se levantará nación contra nación y reino contra reino; 11habrá grandes terremotos, y plagas y hambres en diversos lugares; y habrá terrores y grandes señales del cielo. Pero antes de todas estas cosas os echarán mano, y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y cárceles, llevándoos ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre. Esto os dará oportunidad de testificar. Por tanto, proponed en vuestros corazones no preparar de antemano vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría que ninguno de vuestros adversarios podrá resistir ni refutar. Pero seréis entregados aun por padres, hermanos, parientes y amigos; y matarán a algunos de vosotros, y seréis odiados de todos por causa de mi nombre. Sin embargo, ni un cabello de vuestra cabeza perecerá. Con vuestra perseverancia ganaréis vuestras almas. Pero cuando veáis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su desolación está cerca... Y habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y sobre la tierra, angustia entre las naciones, perplejas a causa del rugido del mar y de las olas, desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que vendrán sobre el mundo; porque las potencias de los cielos serán sacudidas. Y entonces verán al Hijo del Hombre que viene en una nube con poder y gran gloria”. 

La Muerte y el infierno dominarán un tercio de la Tierra: en la página de internet www.guerrenelmondo.it se dice que las naciones involucradas, con mayor o menor participación, en conflictos son: ¡67 de 196! 

Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. Y clamaban a gran voz, diciendo: “¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra?”

- Marcos Cap. 13, 27: “Y entonces enviará a los ángeles, y reunirá a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo”. Lucas Cap. 18, 7: “¿Y no hará Dios justicia a sus escogidos, que claman a El día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles?”

Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos.
Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento.
Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar.
Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: “Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?”

- Es cierto que en la Biblia aparecen descripciones similares pero para el conocimiento con el que contamos sobre los efectos de la explosión de bombas atómicas la visión parece ser bastante clara. El hongo atómico produce un movimiento de aire capaz de levantar una gran cantidad de polvo y de escombros que envuelven al Sol como si fuera una tela de cilicio, el desplazamiento del eje terrestre hace que el cielo y los astros se trasladen sobre las cabezas de los hombres, como un rollo de papel. Los poderosos y aquellos que tienen la posibilidad buscarán los refugios atómicos, o las cavernas. Pero el miedo mayor es el que provoca el Cordero.

7 - Los 144 mil sellados (Ap. 7)

Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol. Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar, diciendo: “No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios”.

- Los cuatro Arcángeles vengadores de la Tierra tendrán que esperar que se alcance el número de los 144.000 señalados. Marcos Cap. 13, 27: “Y entonces enviará a los ángeles, y reunirá a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo”. Las tribus son simbólicas ya que posteriormente el vidente especifica que éstas serán llevadas de “todas las naciones, tribus, pueblos e idiomas”. 

Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel.
De la tribu de Judá, doce mil sellados.
De la tribu de Rubén, doce mil sellados.
De la tribu de Gad, doce mil sellados.
De la tribu de Aser, doce mil sellados.
De la tribu de Neftalí, doce mil sellados.
De la tribu de Manasés, doce mil sellados.
De la tribu de Simeón, doce mil sellados.
De la tribu de Leví, doce mil sellados.
De la tribu de Isacar, doce mil sellados.
De la tribu de Zabulón, doce mil sellados.
De la tribu de José, doce mil sellados.
De la tribu de Benjamín, doce mil sellados.

La multitud vestida de ropas blancas

Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos; y clamaban a gran voz, diciendo: “La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero”.
Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios, diciendo: “Amén. La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén”.
Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: “Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido?”
Yo le dije: “Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero”.
Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos. Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno; porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.

8 – El séptimo sello (Ap. 8)

Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora.

- Con la apertura del séptimo sello el libro queda abierto por completo. El Cordero está regresando como Juez. El silencio que reina da la sensación de la solemnidad del acontecimiento y de la espera de toda la creación, como cuando Jesús vino por primera vez a la Tierra, como lo dice el Protoevangelio de Santiago 18, 2-3: “Yo, José, caminaba y no caminaba. Miré a la bóveda del cielo y vi que estaba inmóvil. Miré al aire y lo vi atónito, y a los pájaros del cielo, quietos. Miré a la tierra y vi una vasija. Y los que estaban masticando no masticaban, y los que tomaban algo no lo alzaban y los que llevaban algo a sus bocas no lo llevaban. Sin embargo, los rostros de todos estaban mirando hacia arriba. Y vi que unas ovejas eran conducidas, y las ovejas estaban inmóviles. Y el pastor levantaba la mano para golpearlas, y su mano estaba alzada pero inmóvil. Y miré a la corriente del río y vi los hocicos de unos cabritillos que estaban sobre el agua y no bebían. Todo, en un instante, volvió a recuperar su curso”. 

 Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas.
Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono.
Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos.
Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto.

Las trompetas

Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas.
El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde.
El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en sangre.
Y murió la tercera parte de los seres vivientes que estaban en el mar, y la tercera parte de las naves fue destruida. El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas.
Y el nombre de la estrella es Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo; y muchos hombres murieron a causa de esas aguas, porque se hicieron amargas.

- A esta altura los sellos han sido abiertos y el contenido del libro se vuelve cada vez más claro y preciso: Comienza el Juicio. Al son de las primeras cuatro trompetas los cuatro Arcángeles vengadores de la Tierra que tienen poder sobre el Aire, el Agua, sobre la Tierra y el Fuego, cumplen con su deber. En idioma ucraniano Chernobyl quiere decir Ajenjo. El científico ruso Zhores Medvedev declaró: “... Hay que considerar alrededor de un tercio de las aguas con una alta concentración de cesio 134 y 137, así como también de iodo 131”. 

El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, para que se oscureciese la tercera parte de ellos, y no hubiese luz en la tercera parte del día, y asimismo de la noche.
Y miré, y oí a un ángel volar por en medio del cielo, diciendo a gran voz: “¡Ay, ay, ay, de los que moran en la tierra, a causa de los otros toques de trompeta que están para sonar los tres ángeles!”

- El mensaje celeste encarnado en un águila símbolo de Juan el Evangelista. 

9 – La quinta trompeta (Ap. 9)

- El sonido de la quinta trompeta da inicio a un acontecimiento descrito con imágenes y figuras simbólicas. Hay que analizarlas sin dejarse llevar por los hechos históricos que conocemos que podrían desviarnos de la posible interpretación. 

 El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo. Y abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo como humo de un gran horno; y se oscureció el sol y el aire por el humo del pozo.

- Astro en el texto griego “astera” significa estrella y es una imagen con la cual se indica al “ángel”. A este ángel “caído” a la Tierra Adonay le da la llave del pozo del Abismo. En este caso el Abismo es algo subterráneo, es decir, oculto, oscuro, sin luz, peligroso, y la entrada es un pozo. Una vez abierto el pozo sale un humo que se difunde en la atmósfera y que hasta incluso cubre al “sol”: es la clara alusión a algo que puede desparramarse por todos lados y que intenta negar la existencia de una luz, del cielo, de la espiritualidad, de la verdad. Del humo sale una enorme cantidad de langostas que se difunden junto al humo. 

Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra.
Y se les mandó que no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna, ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes.
Y les fue dado, no que los matasen, sino que los atormentasen cinco meses; y su tormento era como tormento de escorpión cuando hiere al hombre.
Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; y ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos.
El aspecto de las langostas era semejante a caballos preparados para la guerra; en las cabezas tenían como coronas de oro; sus caras eran como caras humanas; tenían cabello como cabello de mujer; sus dientes eran como de leones; tenían corazas como corazas de hierro; el ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla; tenían colas como de escorpiones, y también aguijones; y en sus colas tenían poder para dañar a los hombres durante cinco meses.
Y tienen por rey sobre ellos al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión.

 - Las langostas son animales voraces pero se las asocia con los escorpiones de Palestina que no son mortales pero que provocan fiebre y dolores musculares lacerantes. El escorpión, al igual que las serpientes de la sexta trompeta, son símbolos de las fuerzas satánicas. En el Evangelio de Lucas, Cap. 10, 17-19: “Los setenta regresaron con gozo, diciendo: Señor, hasta los demonios se nos sujetan en tu nombre'. Y El les dijo: 'Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad, os he dado autoridad para hollar sobre serpientes y escorpiones, y sobre todo el poder del enemigo, y nada os hará daño'.” Las langostas tienen cabeza de hombre para indicar que son inteligentes, tienen cabellos como mujeres que en el estereotipo de la época significaba la astucia, la maldad, ellas tienen la corona de oro en la cabeza, en señal de poder, muestran sus dientes de león para demostrar que están famélicas, su tórax es como una coraza que representa la resistentia, tienen alas que les da la posibilidad de desplazarse velozmente hasta todos los puntos de la Tierra, están listas para la guerra como caballos esperando la orden para salir a correr. 
No pueden destruir la naturaleza sino que pueden provocarle dolor a los hombres que no están señalados. En griego su jefe se llama Apollyon que significa “El Destructor”. 
Todo esto lleva a pensar en la difusión de ideas y modalidades de poder contrarias a los valores crísticos tratando de ocultar la verdad con astucia y maldad ideológica, demostrando poder y fuerza militar y política, cuyo precio son el sufrimiento de esos hombres que a este punto conviven y que han elegido un sistema materialista y violento. Si esta imagen se relaciona con el sexto sonido de la trompeta uno tiene la sensación de una preparación cultural del consenso de las masas. Este estado de sufrimiento tiene un límite de tiempo. 

El primer ay pasó; he aquí, vienen aún dos ayes después de esto.

La sexta trompeta

El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios, diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta: “Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Eufrates”.
Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres.
Y el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones. Yo oí su número.

- Adonay deja libres a los cuatro Caballeros del Apocalípsis de acompañar la maldad humana a la destrucción porque “alguien” ha decidido hacer la guerra. ¡Es más, ya ha sido establecida la hora, el día y el mes! Aquí es inevitable que uno se distraiga a causa de la razón que analiza los hechos históricos ocurridos, con la posibilidad de caer en el error: a) El Éufrates es un lugar bien preciso e Irak se encuentra en la región entre el Tigris y el Éufrates; b) Los Estados Unidos, gobernados por George W. Bush Senior, y sus aliados de Europa, en 1990, le dio un ultimatum a Irak, en el momento que el mismo venciera intervendrían militarmente, la fecha límite era la media noche (la hora) del 16 (el día) de Enero (el mes) de 1991 (el año); c) el 17 de Enero de 1991, después de la medianoche del 16, los Estados Unidos comenzaron la guerra en Irak. La opinión pública de todo el mundo había sido preparada, a través de un adoctrinamiento mediático, utilizando falsedad y astucia, para una “guerra justa”.
Las escenas y los medios de guerra están en la visión profética perfectamente reconocible, incluso con los conocimientos tecnológicos del tiempo.

Así vi en visión los caballos y a sus jinetes, los cuales tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre. Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el humo y el azufre que salían de su boca.
Pues el poder de los caballos estaba en su boca y en sus colas; porque sus colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas, y con ellas dañaban.
Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar; y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos.

- Es importante destacar que la población que se salvó de la guerra no reconoce la maldad de la acción y de los protagonistas pero si acepta la ideología materialista de basar su existencia en el dinero, en la riqueza, en el poder material y económico con todo lo que ello implica: corrupción, prostitución, violencia y criminalidad. 

10 - El ángel con el librito (Ap. 10)

Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego.

- A este punto el Cielo considera que la hora ha llegado... El Ángel de Luz grita el veredicto de Adonay, pero al vidente se le impone que no diga lo que ha gritado. Probablemente es el Arcángel Mi-Ka-El (Aquel que es como Dios), comandante de las milicias celestes, aquel que demostró fidelidad a Dios echando a su colega Lucifer-Satanás que se había rebelado. 

Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra; y clamó a gran voz, como ruge un león; y cuando hubo clamado, siete truenos emitieron sus voces. Cuando los siete truenos hubieron emitido sus voces, yo iba a escribir; pero oí una voz del cielo que me decía: “Sella las cosas que los siete truenos han dicho, y no las escribas”.
Y el ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su mano al cielo, y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no sería más sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se consumará, como él lo anunció a sus siervos los profetas.
La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo: “Ve y toma el librito que está abierto en la mano del ángel que está en pie sobre el mar y sobre la tierra”.

- A partir de este momento “el misterio de Dios”, es decir, el plan de Dios que Jesús nos ha anunciado a través de sus Apóstoles, está por cumplirse: El Retorno de Cristo como Rey de la nueva Creación en calidad de Juez por lo que el hombre ha hecho hasta ahora. 
El conocimiento de lo que está por ocurrir es recibido con un suspiro de alivio porque finalmente habrá un nuevo reino, pero también habrá mucho dolor y mucho sufrimiento. 

Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y él me dijo: “Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel”. Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre.
Y él me dijo: “Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes”.

Fuentes-.delcieloalatierra.com.ar

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