DEL CIELO A LA TIERRA
PRÍNCIPE ABSU ISMAILY SWANDY.
EL CONDE DE SAINT GERMAIN.
DANTE ALIGHIERI.
GINO DURANTE.
UN MUTANTE, UN QUERUBÍN AL SERVICIO DE JESUCRISTO, HIJO DE DIOS.
EL APÓSTOL PEDRO ES EL GUARDIÁN DE LA IGLESIA DE CRISTO QUE TIENE LA TAREA DE DIRIR A LOS DEMONIOS QUE SE HAN INFILTRADO EN SU IGLESIA HACIA LA MUERTE SEGUNDA. EL PRÍNCIPE PEDRO TAMBIÉN TIENE LA TAREA DE PREPARAR A LOS INICIADOS DE LA IGLESIA SOLAR DE JUAN EN EL ASUMIR SU PERSONALIDAD PARA SER MENSAJEROS DE LAS POTENCIAS CELESTES.
ESTO ES DURANTE, EL PERSONAJE QUE MARCO MARSILI HA ENCONTRADO EN LAS COLINAS DE GUBBIO.
MUTANTES, QUERUBINES, SERAFINIS Y ÁNGELES CELESTIALES DE LA GRAN CONFEDERACIÓN CÓSMICA.
TODOS AL SERVICIO DE CRISTO, GENIO SOLAR SONAS.
Y TODOS AL SERVICIO DEL TRONO SUPREMO. AQUEL QUE LES HABLA Y ESCRIBE POR MEDIO DE SU SIERVO.
SOY ADONIESIS, FELIZ DE ESTAR EN MEDIO DE VOSOTROS Y SER EL ÁGUILA REAL QUE PROTEGE A LA GRAN HERMANDAD DE LOS SIERVOS Y TESTIGOS DE LA VERDAD.
PAZ Y AMOR PARA TODOS USTEDES.
PLANETA TIERRA
11 de junio del 2022
ENCUENTRO CON UN HERALDO DEL SEÑOR
Banda sonora: “Ask The Mountains” (“Pregúntale a las Montañas”), Vangelis
Estoy caminando por un sendero en las verdes colinas en los alrededores de Gubbio. Después de un período de trabajo muy intenso, sentí la necesidad de sumergirme en la naturaleza, que en esta época del año está más exuberante y llena de maravillas que nunca. Esta es la segunda vez que voy a este lugar, así que no conozco bien la zona. Los compromisos diarios no me permiten dedicar tiempo a este tipo de aventuras, me siento como un niño que explora el mundo con atención y asombro, me parece descubrir por primera vez los colores, los olores, el vuelo de las mariposas, los sonidos de los animales en el monte, los majestuosos cambios de las nubes en el cielo azul... basta una nada para sorprenderme, asombrarme, hacerme conmover. El sol ilumina los valles en el horizonte y pasa acá y allá entre las ramas que bordean el camino, mientras el viento mueve las hojas en el antiguo juego de luces y sombras que transfigura la realidad y hace surgir la alegría espontánea del corazón.
Voy en busca de una hermosa encina (roble) para recargar mi energía. Durante el trayecto, de repente una gran mariposa blanca pasa a mi lado y comienza a acompañarme, quedándose cerca de mí por diez, veinte, treinta metros... "¿Qué quieres de mí?", le pregunto en tono de broma. Luego vuela más rápido, me precede unos pasos y sigue volando como si me invitara a seguirla. Una voz sentimental dice "Sigue a la mariposa", y me llega un poema: "Sigo a la mariposa, guía de los misterios, hacia no sé dónde".
Llegamos así a un pequeño claro y la mariposa se eleva desapareciendo entre las copas de los árboles. Miro a mi alrededor y contemplo frente a mí dos hermosas encinas hermanas, una frente a la otra, que tendrán unos cien años. Me acerco, pongo las palmas sobre el tronco y respiro la vida que fluye, y mientras tanto rezo para recibir una señal de los Hermanos del Cielo.
Después de unos minutos me siento en la hierba para absorber las fuerzas de la tierra. Después de unos minutos me siento feliz y renovado, y decido irme a casa.
Levanto la vista para ver algunas señales en el cielo, pero me doy cuenta de que no estoy solo. Allí en el camino, a unos pasos de mí, un anciano me observa, me espera. Esto me parece extraño porque el lugar está bastante aislado. ¿Quién será? Doy un paso adelante y lo saludo. El hombre me mira a los ojos y dice: "Hoy has encontrado a alguien que ve el rostro de lo invisible, el Señor me ha enviado aquí para encontrarte".
Trato de darme cuenta de lo que está pasando, y hago lo que se hace con un desconocido: estiro la mano y digo "Encantado de conocerte, mi nombre es Marco". Me estrecha la mano y responde: "Soy Heraldo, tengo 77 años y veo el rostro del Señor en todas partes". Con un amplio movimiento de su mano, señala el paisaje. Luego continúa: “¿Lo ves? Ahora el Señor está allí…” Indica con la cabeza hacia un punto a unos metros detrás de mí, me doy la vuelta y veo un gran arbusto de retama, está cerca de las encinas, pero no lo había notado antes. Esas flores amarillas parecen tan brillantes, parecen emanar luz, todo el arbusto está envuelto en un resplandor trascendental. Luego el hombre continúa: "Él está mirando hacia aquí, te está mirando a ti".
La excepcionalidad del momento me impide razonar con normalidad, no sé qué decir, no sé cómo reaccionar, y el continúa: "Veo el rostro del Señor por todas partes, está en los árboles, en los campos, en los prados, en el cielo, en las nubes… ¿Y qué crees que significa que el Señor está en todas partes?”. Respondo: "Significa que es omnipresente". Y él responde: “Quiere decir que es necesario caminar por su senda, quiere que andemos siempre en sus caminos y que aprendamos a verlo en todas partes, porque está en todas partes. En la vida se puede también caer, pero es necesario seguir adelante. Tu eres un buen muchacho, eres solar".
Su sonrisa abierta me recuerda a la de Eugenio Siragusa, y por un momento tengo un sobresalto. "Sabes - continúa - hay quienes deben hacer lo que yo hago, y hay quienes deben predicar porque tienen ese don, y luego deben predicar la palabra del Señor, ¡especialmente para las generaciones más jóvenes!" Diciendo "generaciones jóvenes" abre los brazos como en un gran abrazo y sonríe con una mirada soñadora. Luego concluye: “Hoy me tocó venir aquí, ahora me voy”. “¿Y adónde vas?”, le pregunto. Y él, con una sonrisa cómplice, como si fuera la cosa más obvia del mundo, dice: "¡Me voy de pesca!" Y se va diciendo: "¡Nos volveremos a encontrar!"
Me quedo solo otra vez y emprendo el camino de regreso. Por el camino como cerezas silvestres, el sabor y la energía de la fruta me ayuda a "volver a la realidad". Mientras me pregunto qué sucedió, un hermoso cervatillo aparece en el valle a lo lejos y lo observo durante mucho tiempo antes de regresar a casa.
Ahora díganme ustedes, "racionalmente", qué probabilidades había de que me encontrara con esta persona en ese lugar aislado donde de repente fui sin planearlo y sin avisar a nadie.
El encuentro tuvo lugar el 7 de junio de 2022 a las 17.15 horas.
Espero ser digno de este regalo.
Con amor, Marco Marsili
ENCUENTRO DE GIORGIO CON EL APÓSTOL PEDRO (Gino Durante)
23 de diciembre de 1989
11:40 am – Siento el sonido del timbre de la puerta. Un señor se presenta y me dice que se llama "Gino". Al principio pienso en alguien pidiendo limosna, pero luego me doy cuenta de que no es así.
“Gino” me dice: “Buenos días Giorgio. ¡Pasaba por estos lados! Me gustaría regalarte una foto”. Perplejo, lo dejo entrar a la casa y observo cómo metía una mano en el bolsillo de la chaqueta que llevaba puesta.
Saca una fotografía que muestra la imagen de Jesús en éxtasis con los estigmas en sus manos y señalando con su mano izquierda su luminoso corazón ubicado en medio de su pecho. Luego me saluda y se va, porque tenía prisa por irse. Traumatizado, me siento en el sofá a reflexionar sobre lo sucedido, teniendo la absoluta certeza de que "Gino" no era otro que "Gino Durante", el Apóstol Pedro.
CARTA DE ABSU ISMAILY SWANDI (DURANTE-PEDRO) RECIBIDA POR EUGENIO SIRAGUSA
26 de noviembre de 1967
UN VIEJO HERMANO DE LOS ANTIGUOS DÍAS ME HA ESCRITO:
Amadísimo Eugenio.
En mis cotidianas incursiones en el pensamiento y de paso, dedicadas intencionalmente con devoto afecto al Padre glorioso, cuyo dulce imperio domina tanto amorosamente el resplandor de la bóveda Celeste como las brumas ardientes de las moradas terrenales, ayer otra vez, con tu feliz encuentro, he abierto un particular paréntesis de fraterna cordialidad y un toque inolvidable de suavidad al espíritu.
Tal como diligente Marta me llevaste a todas partes con esmero y con cuidado, quitando el tiempo y los medios al agobiante peso de tus compromisos familiares, fuiste pródigo conmigo derrochador de tu generoso ofrecimiento. Tampoco te ayudé a realizar tu labor humana en las humildes tareas de tu morada, ni hice tanto honor, como se dice humanamente, a cuanto quisiste preparar en macro cósmicas proporciones para mi sustento físico.
Discúlpame, querido fui ingrato, pero yo, como pájaro del bosque, tanto me quema quedarme fijo en la misma rama, como exceder el alpiste que necesito, que es el de un pájaro de bosque. Ten por seguro, Eugenio. ¡que yo también tengo en cuenta humanamente tu acto amable, como el Señor lo tiene de modo divino como si tú lo hubieras hecho a Él mismo, registrado!
Pero como tú, Eugenio mío, tienes ambas potencias las de las dos evangélicas hermanas, ni siquiera descuidaste el sentido bendito de la otra: de la que "eligió la mejor parte".
Adecuadamente entramos también en el Espíritu y en la luz de lo que es sustancia de nuestro vivir: la ley del Maestro, las diversas cosas tratadas exhalaron su embriagador perfume, desprendieron intensidad de su fuerza, difundieron la vibración de la potencia de la esencialidad de aquella Ley: la obediencia y la humildad.
Este es un binomio inseparable que, si está cimentado verdaderamente por el amor, forma un trípode indestructible sobre el que se alza toda la construcción divina. Ciertamente, no la obediencia servil, sino consciente: no la humildad de los signos exteriores, sino la sentida en la raíz de su semilla: la semilla de Cristo, la semilla que el Maestro presentó al hombre como indefectible atajo para llegar a la meta radiante y eterna, Porque esto, como sabes, por ley divina se les dio a todos los hombres la gracia de llegar en el curso de épocas y de ciclos que ellos mismos, en su propia libertad quieran.
Así que este atajo ni siquiera a ti puede ocultar las mismas espinas sobre las cuales el Maestro recorrió el doloroso Camino con Su paso seguro y triunfal, y esto tú lo sabes. Lo has comprendido bien, lo estás viviendo a favor del hermano sea lento e indolente, ya sea cobarde e incapaz, ¡eso es amor puro, es el fragor del ¡corazón!, ¡es el sacrificio de sí mismo por el bien de los demás! ¡Bendito seas en el Nombre del Señor!
Pero los hombres no saben estas cosas de alto concepto, no creen que con tacto, si juegan inconscientemente con lo imponderable, y lo que es más grave, bromean hábilmente con las brasas ardientes de los infernales artefactos de destrucción y muerte enmascarándolos con el término taumatúrgico de "ciencia" que en vez de eso es el silbido lacerante de la antigua serpiente. La verdadera ciencia, la ciencia positiva, no puede ser otra cosa que el producto de esa Fuente cristalina de Verdad, de Justicia y de Amor que el ser finito, consciente de su origen divino y de las leyes que la informan, obtiene con un espasmo de amor por el bien real de la humanidad en fatigoso camino hacia el infinito eterno.
Fuera de esta verdad axiomática, está actuando la desarmonía. El desamor, el desequilibrio, la negación de toda ley vital.
Que el Señor tenga piedad de los pobres rezagados que voluntariamente van al encuentro de las nubes turbulentas que se espesan en el horizonte y con la fuerza de Su Espíritu omnipotente, tan anhelado, quiera detener el avance amenazante de la desconcertante tempestad.
Ahora bien, querido Eugenio, que vas meditando en tu soleada ermita, dirigiéndote a Aquel que tanto poder te dio y todas las demás virtudes juntas, que en tu vigorosa súplica por todos y los que te son queridos, entre ellos, te ruego, no olvides cuanto puede confortar a mi alma a ti siempre sinceramente devoto.
Con dilección, tu afectísimo.
Adjuntos:
29-12-21 Ecce homo
https://www.thebongiovannifamily.com/cronicas-de-las-arcas-2021/9882-ecce-homo.html
https://www.thebongiovannifamily.com/cronicas-de-las-arcas-2021/9851-que-no-les-asalte-la-duda.html
10-11-20 Los discursos del Suspiro Luminoso
https://www.thebongiovannifamily.com/cronicas-de-las-arcas-2020/9270-los-discursos-del-suspiro-luminoso-discurso-xiv.html
06-10-20 Sirius
https://www.thebongiovannifamily.com/mensajes-2020/9241-sirius.html
05-05-19 Los viajeros de las estrellas
https://www.thebongiovannifamily.com/mensajes-2019/8630-los-viajeros-de-las-estrellas.html
0 comentarios:
Publicar un comentario